Los modelos sociales españoles, y por extensión europeos, se encuentran inmersos en una evolución constante en la que, desafortunadamente, algunas parcelas se ven afectadas negativamente. El cambio de rol de la mujer, su desarrollo personal y profesional, es una importante noticia para nuestra sociedad actual, pero en muchas ocasiones obliga a postergar la decisión de ser madre, con los inconvenientes que ello acarrea. Las cifras de infertilidad por maternidad tardía incrementan gradualmente y, cada vez en mayor medida, resulta necesario recurrir a tratamientos de ovodonación.
IVI dispone del banco de óvulos más grande del mundo; en 2015 realizó más de 6.000 tratamientos de ovodonación, un 12% más que en 2014, pero la creciente demanda llama su atención.
"Tan solo en el último año, el interés de las mujeres por donar en cualquiera de las clínicas IVI en España ha disminuido en un 21%, mientras que los tratamientos con óvulos donados se incrementan notablemente con el paso de los años. Se trata de una realidad que, aunque en ciernes, exige la toma de medidas por parte de los centros de Reproducción Asistida con el ánimo de dar cobertura a una necesidad creciente, como es la donación de óvulos, incrementando la cantidad de estos gametos a disposición de nuestras pacientes", comenta el Dr. Manuel Muñoz, director de IVI Alicante.
Esta situación también despierta la inquietud de la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), organismo que, en su reciente congreso y junto a representantes de IVI, puso sobre la mesa la necesidad de reorientar la política de donación de óvulos, para que las mujeres del siglo XXI puedan hacer realidad el milagro de la vida, sin necesidad de renunciar a su desarrollo personal.
El enfoque actual para la donación de óvulos ha quedado obsoleto y, en consecuencia, las donaciones están disminuyendo considerablemente, de ahí que la opinión generalizada entre el colectivo de ginecólogos especialistas en Medicina Reproductiva reclame algunos cambios. Uno de ellos haría referencia a la posibilidad, cuando se instaure el próximo mes de junio el Registro Nacional de Donantes, de que éstas puedan donar en más de un centro de Reproducción Asistida, dado que lo contrario coartaría su libertad. También se muestra la necesidad de modificar la legislación que limita el número de recién nacidos vivos. Actualmente, se dan un máximo de seis por donante, pero no existe evidencia científica que muestre riesgos de consanguinidad (científicamente se estiman hasta 25 recién nacidos vivos sin riesgo alguno).
Otro de los aspectos debatidos alude a la recomendación, para todas las donantes, de realizar el TCG (Test de Compatibilidad Genética) para evitar la transmisión de enfermedades genéticas a los embriones de las receptoras. "La figura de la donante es crucial para combatir la infertilidad que puede ocasionar un acceso tardío a la maternidad, por eso su seguridad es una de nuestras principales inquietudes. Actualmente, los procesos de estimulación son mucho menos agresivos, y se lleva cabo un seguimiento más exhaustivo, gracias a lo cual el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, una de la mayores complicaciones de estos tratamientos, ha disminuido hasta casi su inexistencia", añade el Dr. Muñoz, que participó en la mesa sobre el estado actual de la donación de óvulos en España, llevada a cabo durante la SEF.
Por último, la publicidad restrictiva es preocupante por la ingente necesidad de dar a conocer la posibilidad de regalar una vida a través de la donación de óvulos. Donar óvulos es una práctica completamente legal, por lo que no debería prohibirse o restringirse su publicidad. Sería necesario diseñar una normativa publicitaria más cercana y homogénea para todas las Comunidades Autónomas del territorio nacional.