Profesionales especialistas en microbiología de los principales hospitales españoles se han reunido este miércoles 14 de noviembre, en el Auditorio Materno-Infantil del Hospital 12 de Octubre, para poner de manifiesto los avances en cuanto al diagnóstico rápido de la sepsis.
La sepsis, o septicemia, es un fenómeno desencadenado por una respuesta inmunitaria aguda a una infección. Como reacción al proceso infeccioso, el cuerpo libera sustancias químicas inmunitarias en la sangre que desencadenan una inflamación generalizada. Esto, a su vez, produce coágulos en la sangre y fugas en los vasos sanguíneos, lo que altera la circulación y provoca la disfunción de algunos órganos.
Durante el encuentro, organizado por la Sociedad Madrileña de Microbiología Clínica y bioMérieux, los expertos han hecho especial hincapié en la necesidad de incorporar la microbiología rápida en la práctica habitual de la clínica, para reducir el tiempo de identificación del microorganismo que causa la enfermedad y, de esta manera, optimizar el tratamiento del paciente. Además, han apuntado que, en el caso de la sepsis, el diagnóstico precoz es especialmente importante por tratarse de una enfermedad tiempo-dependiente. Estudios han demostrado que, si se detecta durante la primera hora, el paciente tiene un 85% de probabilidad de sobrevivir, mientras que por cada hora de retraso disminuye en un 7%.
Como herramienta para aumentar la supervivencia, la Dra. Nieves Larrosa se ha centrado en el denominado ‘código sepsis', cuyo objetivo se basa en "la detección precoz de los pacientes con sepsis y la aplicación del conjunto de medidas recomendadas por la Surviving Sepsis Campaign, así como a adaptarlas a la realidad de cada centro, intentando que estos pacientes dispongan de la mejor atención posible", ha explicado.
Este protocolo, asimismo, se ocupa de fijar los tiempos en los que han de realizarse estas actuaciones ya que "en esta patología no solo es importante la calidad de la asistencia, sino la precocidad con la que se recibe, que va a condicionar directamente el pronóstico del paciente".
Para ello, la Dra. Larrosa ha puesto de manifiesto la necesidad de "apostar por dispositivos y técnicas que permitan detectar la sepsis en las fases más incipientes e, idealmente, incluso antes de que se desencadene", lo que terminaría por minimizar el grave impacto que esta enfermedad tiene sobre los pacientes.
La investigación tecnológica como aliada
Para que todo esto sea posible, es imprescindible invertir en técnicas microbiológicas diagnósticas de última generación en los laboratorios, "facilitando que pueda darse respuesta de forma ininterrumpida, las 24 horas del día, 7 horas a la semana", ha finalizado la Dra. Larrosa.
Un claro ejemplo de la implementación de nuevas tecnologías en los laboratorios de microbiología son los dispositivos FILMARRAY o VITEK MS. Así lo ha explicado la Dra. Bárbara Gomila, que asegura que estas herramientas "permiten reducir notablemente el tiempo en la identificación de los agentes causantes de la bacteriemia".
Además, este hecho "unido al conocimiento de los patrones de sensibilidad local antibiótica, ha permitido que el paciente se beneficie cuanto antes de un tratamiento antibiótico más adecuado", ha apuntado la Dra. Gomila, algo que es de vital importancia en enfermedades como la sepsis, en las que cada minuto cuenta.
Para mejorar en estas técnicas de detección y diagnóstico rápido de la sepsis, la Dra. María Ángeles Orellana, del Hospital Doce de Octubre, ha incidido en la necesidad de mejorar el flujo de trabajo de hemocultivos, sobre todo en la fase analítica, en la que es fundamental "reducir el tiempo en la identificación y estudio de sensibilidad de los microorganismos, cuando el hemocultivo es positivo", ha explicado.
De hecho, gracias a la investigación y al desarrollo tecnológico actualmente existen herramientas como VIRTUO, que simplifica el flujo de trabajo de hemocultivos a través de la automatización del proceso y por la rapidez de detección del agente que causa la infección. Esta tecnología puede llegar a ahorrar hasta 10 horas en el proceso diagnóstico.
Por ello, en la actualidad se están implementando numerosas técnicas que permitan agilizar los tiempos: "existen sistemas capaces de realizar la identificación y algunos estudios de sensibilidad en pocas horas (entre dos y siete)", ha añadido la Dra. Orellana. Asimismo, también ha indicado que la fase postanalítica también debe ser cuidada, sobre todo porque "si no existe un buen sistema de información de los resultados y personal cualificado en enfermedades infecciosas y tratamiento antimicrobiano, los esfuerzos previos no tendrán el resultado deseado".
Siguiendo esta línea, el Dr. Rafael Delgado ha señalado que "para que el diagnóstico clínico, y por supuesto el microbiológico, tenga impacto clínico tiene que ser rápido y preciso y acompañarse de la transmisión de la información por profesionales en la interacción de la clínica con el laboratorio". En la actualidad, las técnicas de microbiología están siendo incorporadas a los servicios de microbiología de forma continua, aunque para el Dr. Delgado "la detección bacteriana y sepsis es un ejemplo claro en el que tenemos claras oportunidades de mejora".
La microbiología, por tanto, se vuelve una herramienta primordial "desde el primer momento de sospecha de un cuadro de sepsis", tal y como ha explicado el Dr. Rafael Cantón. Ha añadido, también, que permite asimismo "la aplicación de tecnologías que permitan la detección de patógenos en sangre o sobre otras muestras que sean foto del cuadro de sepsis".
El Dr. Cantón ha insistido, además, en que, durante la primera hora, la microbiología "permite acortar los tiempos de positividad de los hemocultivos y con posterioridad con la aplicación nuevamente de tecnologías basadas en microbiología molecular o en la proteómica".
Para este doctor, no hay duda de que todo esto son ventajas para el paciente, pues se reduce la mortalidad y se acierta con mayor precisión en el tratamiento antimicrobiano que hay que suministrar; pero también desde el punto de vista económico: "menor tiempo de ingreso, menor gasto en antimicrobianos, menor uso de recursos humanos sanitarios", ha concluido.
Las cifras de afectados por sepsis son cada vez más alarmantes: cada año presenta entre 20 y 30 millones de casos en todo el mundo, causando una muerte cada 3-4 segundos. Pero, aunque se avance en técnicas de detección rápida, su diagnóstico continúa siendo extremadamente complicado.