La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina en cantidad y frecuencia suficiente como para convertirse en un problema para la persona que la padece.
Esta alteración puede afectar a personas de ambos sexos en todas las edades (fundamentalmente niños, mujeres adultas con varios partos, pacientes geriátricos y pacientes con enfermedades neurológicas).
La prevalencia en España de la incontinencia urinaria se acerca al 10% en mujeres de entre 25 y 64 años, está alrededor del 5% en varones de entre 50 y 65 años y es superior al 50% en personas con más de 65 años. Por este motivo, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) dedica la entrega del mes de abril de su campaña sanitaria Recomendaciones SEFAC a la población a ofrecer una ficha con consejos para prevenir y tratar esta molesta alteración. Estas fichas pueden descargarse en la página web de la SEFAC.
El gran problema de la incontinencia urinaria es que su ocultación puede agravar este trastorno. De hecho, la mitad de los afectados no consulta esta alteración con ningún profesional sanitario bien por vergüenza, por considerarlo inherente a su edad o porque desconoce que tiene tratamiento. Para ayudar a evitar esta situación la nueva ficha informativa realizada por la SEFAC ofrece información práctica para conocer mejor las causas y los tipos de la incontinencia urinaria y realiza recomendaciones para mejorar su prevención y tratamiento.
Entre las principales recomendaciones para evitar la incontinencia urinaria se insiste en la importancia de seguir un estilo de vida saludable, de forma que se eviten las comidas y bebidas que puedan irritar la vejiga como pueden ser el alcohol, la cafeína y los alimentos picantes, así como el tabaco. Además, se recomienda evitar el estreñimiento, pues debilita los músculos del suelo pélvico (directamente relacionados con el control voluntario de la micción), y el exceso de peso, ya que favorece la aparición de la incontinencia urinaria.
Otras recomendaciones útiles son las de tomar entre litro y medio y dos litros diarios de líquidos, con una reducción de la ingesta a partir de la tarde para prevenir las pérdidas de orina nocturnas, e intentar orinar a horas más o menos fijas. En cualquier caso, ante los primeros escapes involuntarios de orina conviene pedir consejo al farmacéutico quien puede ofrecer ayuda personalizada o derivar al paciente a un médico especialista.
En este sentido, existen distintas soluciones para este trastorno que van desde los cambios en el estilo de vida hasta la cirugía en casos muy especiales, pasando por la fisioterapia de la musculatura del suelo pélvico y el tratamiento farmacológico (mediante medicamentos que disminuyen la actividad del músculo detrusor o mediante medicamentos que aumentan la resistencia uretral). El farmacéutico también puede informar sobre los efectos de determinados fármacos que pueden empeorar la incontinencia urinaria, como pueden ser algunos descongestivos nasales, medicamentos para la tensión, algunos antihistamínicos, diuréticos, sedantes, psicóticos, etc.