"La moderación es el mejor regalo de Navidad para el estómago"

Con la Navidad llegan los excesos con las comidas. Los menús abundantes y especialmente calóricos rompen la rutina del organismo y generan un sobreesfuerzo para el estómago que termina pasando factura.

Los platos salados y ricos en grasas, las bebidas alcohólicas y gaseosas y los postres contundentes son una mezcla peligrosa que, en la mayoría de los casos deriva simplemente en una digestión pesada, pero que, en ocasiones, produce mayores molestias como empachos e indigestiones.

Dolor de estómago, sensación de pesadez, ardor, acidez, gases y vómitos pueden convertirse en inesperados compañeros de estas fiestas si no se come con moderación y no se pone remedio tras una comida abundante. El doctor Iñaki Ferrando, director de comunicación médica de Sanitas, recuerda que "aunque sean fechas especiales y el menú no sea el habitual, se deben tratar de ingerir un 15% de proteínas, un 30% de grasas y un 55% de hidratos de carbono".

Aunque el doctor Ferrando asegura que "la moderación es el mejor regalo de Navidad para el estómago", ofrece una serie de consejos prácticos y recomendaciones como iniciar una dieta blanda ante los primeros síntomas de empacho o tomar infusiones de manzanilla, menta o tila después de una comida copiosa.

En casos más intensos, el doctor Iñaki Ferrando asegura que "los abusos gastronómicos puede producir un cólico biliar en personas predispuestas, que se manifiesta por dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen (boca del estómago e hígado), generalmente irradiado a la espalda". Si esto ocurriese y las anteriores recomendaciones no aliviasen los síntomas, es recomendable acudir a la consulta de un especialista.

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