Elementos ambientales, genéticos, un bajo nivel educativo, el estilo de vida y los problemas de salud son los cinco grandes grupos de factores de riesgo cuya modificación podría prevenir o retrasar hasta el 40% de las demencias. Así lo ha manifestado el secretario del Grupo de Trabajo de Neurología de Semergen-Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, el doctor Enrique Arrieta, en el primer ‘Encuentro con Expertos' organizado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) bajo el título ‘Factores de riesgo en la demencia. ¿Puede hacerse prevención?'.
Durante su intervención, el doctor Arrieta también abordó que la prevención es útil a lo largo de todas las fases de la enfermedad, cuyo principal factor de riesgo asociado a la misma es la edad. En ese sentido, "las estrategias de prevención se han centrado en la prevención secundaria, la detección precoz, para tratar de enlentecer la progresión del deterioro, pero si con medidas de prevención primaria, como la promoción de un estilo de vida saludable y del envejecimiento activo, se consiguiera retrasar la edad de aparición de la demencia, lo que se podría conseguir es una disminución en su prevalencia", explicó el doctor Arrieta.
En España existen 1.200.000 personas afectados por alguna demencia. Para el doctor Arrieta, si el riesgo de padecer demencia es multifactorial, las intervenciones preventivas deben ser multifactoriales. Por ello, "cuando la enfermedad ya está instaurada hay que implantar medidas de prevención que eviten complicaciones futuras. Cuanto más lentamente progrese, mejor para el enfermo y los cuidadores".
Durante el webinar, también se trató la necesidad de que la prevención también se haga por parte de las instituciones públicas. "Hay que ser ambiciosos en la prevención y ejercerla tanto a nivel individual, como a nivel de políticas públicas. Las contribuciones al riesgo y a la mitigación de la demencia comienzan temprano y continúan durante toda la vida, por lo que nunca es demasiado temprano o demasiado tarde. La política debe abordar los grupos de alto riesgo para aumentar la actividad social, cognitiva y física además de la salud vascular".
Abordar la desigualdad y proteger a las personas vulnerables
La desigualdad también forma parte de los factores de riesgo. "Es una realidad que la demencia está aumentando más en los países de ingresos bajos y medios que en los países de ingresos altos, a causa del envejecimiento de la población y la mayor frecuencia de factores de riesgo potencialmente modificables", comentó Arrieta. En estos casos, las intervenciones preventivas pueden lograr una la mayor reducción de la demencia en PIBM.
Por último, el doctor ha insistido en la importancia de seguir investigando en desarrollar biomarcadores que permitan la detección de la enfermedad de Alzheimer antes de que se desarrolle la enfermedad por completo. "Después de años sin innovaciones terapéuticas, el futuro es esperanzador", concluyó el doctor.