El tabaquismo es el responsable de nueve de cada diez casos de cáncer de pulmón (el resto se debe a factores genéticos, a la contaminación, a la exposición a determinados gases o incluso a varios virus). Cada año se diagnostican en España 25.000 nuevos casos de este tipo de cáncer, una enfermedad que se prevé que seguirá en aumento en los próximos años, por lo que se irán rebasando estas cifras, a pesar de los esfuerzos por concienciar a la población para evitar los factores de riesgo más directos. Pero el dato más alarmante es que, mientras que la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres en España tiende a la estabilización o desciende mínimamente, la mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres españolas ha aumentado un 80% en tan sólo diez años, convirtiéndose en la segunda en mujeres, tan solo por detrás del de mama.
En nuestro país, según los últimos datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística del año 2012 (los más recientes de que se dispone), fallecieron por cáncer de pulmón 17.661 hombres y 3.826 mujeres. Una de las razones del aumento de esta enfermedad en las mujeres es que éstas se incorporaron masivamente al consumo de tabaco más tarde que el hombre, fundamentalmente en la década de los años setenta.
Por ello, y coincidiendo con la celebración hoy, día 17 de noviembre, del Día Mundial del Cáncer de Pulmón, el doctor José-Luis Díaz-Maroto, coordinador nacional del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), recuerda que "aunque los tratamientos ofrecen cada día mejores resultados -los más eficaces actualmente son la quimioterapia, la radioterapia y, en las etapas de inicio, la microcirugía-, el cáncer de pulmón tiene una elevada letalidad y ocasiona un gran sufrimiento a las personas, a las familias y a la sociedad en su conjunto".
El doctor Díaz-Maroto sostiene que, "dado que el cáncer de pulmón está relacionado en el 90% de los casos con el consumo de tabaco, los profesionales de la salud de Atención Primaria tenemos un papel muy importante en relación a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad".
Para este experto, "es muy relevante nuestra intervención en las consultas del niño sano, así como nuestra presencia en los colegios e institutos, para fomentar que los niños y los adolescentes no se inicien en el consumo de tabaco". De hecho, comenta, si no se ataja el problema antes de que surja, los jóvenes que se inicien en el consumo del tabaco serán los enfermos del mañana.
"Una vez llega el paciente a nuestras consultas" –explica- "es muy importante realizar un diagnóstico preciso para establecer un tratamiento adecuado". A pesar de la mejora en los tratamientos, lo más determinante "es conseguir que nuestros pacientes fumadores abandonen el consumo de tabaco lo antes posible".
Además, cuando el médico de AP está tratando esta enfermedad está evitando que el paciente progrese a otras enfermedades ocasionadas por el consumo de tabaco, como por ejemplo la bronquitis crónica, la enfermedad cardiovascular y el cáncer de pulmón. En definitiva, se está haciendo prevención; "hay que establecer protocolos de actuación en los equipos de AP para que entre todos, médicos y enfermeros, se haga un correcto abordaje del tabaquismo".
Se sabe que la supervivencia del cáncer de pulmón una vez hecho el diagnóstico está en torno al 12% a los 5 años. Estos datos se pueden extrapolar al resto del mundo, en el que el consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante, y causa de más del 20% de las muertes mundiales por cáncer en general, y alrededor del 70% de las muertes mundiales por cáncer de pulmón. Las cifras hablan por sí solas: se detectan alrededor de 1.400.000 nuevos casos de cáncer de pulmón cada año. La mayoría de los casos se diagnostican entre los 55 y los 75 años, con un pico de incidencia entre los 65 y los 70 años, aunque se ven casos desde los 35-40 años.
Para paliar esa mortalidad, el Dr. Díaz-Maroto explica que es imprescindible seguir las siguientes premisas: "que los niños y los jóvenes no se inicien en el consumo de tabaco, que los fumadores dejen de fumar lo antes posible y que no exista el tabaquismo pasivo". Igualmente, señala que es fundamental que se hagan campañas de sensibilización dirigidas a la población y que los tratamientos para dejar de fumar sean accesibles y se financien por el Sistema Nacional de la Salud.
La OMS estima que un 40% de los cánceres podrían evitarse por el simple hecho de no consumir tabaco, hacer ejercicio regularmente, realizar una dieta saludable y moderando el consumo de alcohol. El tabaquismo es la principal causa evitable de cáncer en el mundo.