Según han destacado los expertos en una reunión organizada por Eresa Grupo Médico y la Fundación Sistemas Genómicos, la muerte súbita puede en muchos casos prevenirse con una identificación precoz de factores de riesgo asociados. De causa eminentemente cardiovascular, y con una importante carga genética, exploraciones básicas, estudios de imagen cardiaca y pruebas genéticas, permiten avanzar en la toma de medidas encaminadas a evitar este evento mortal.
Por otro lado, se estima que entre el 25 y el 50% de los familiares directos del sujeto que sufre un episodio de muerte súbita presentan un riesgo elevado de experimentar un suceso similar. Tener este riesgo aumentado resulta habitualmente asintomático, siendo en muchos casos la muerte súbita la primera manifestación de una enfermedad cardiovascular de base.
En este sentido, la Dra. Araceli Boraita, del Centro de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes, afirma que "con cada muerte súbita que se produce en un deportista menor de 35 años es posible salvar a 4 familiares de primer grado".
Un estudio detallado del caso, que incluya reconocimientos médicos básicos a los familiares directos, así como la realización de pruebas genéticas y el empleo de innovadoras técnicas de imagen en casos de riesgo, pueden ayudar a prevenir la aparición de un episodio de muerte súbita en los familiares del fallecido.