La natación, práctica recomendada a los pacientes con artrosis

La artrosis es una patología que suele aparecer en las personas mayores y, más frecuentemente, en las mujeres. Se trata de una enfermedad degenerativa del cartílago y del hueso subcondral. Esta enfermedad supone reposo en cama y no hacer esfuerzos. Sin embargo, el sedentarismo puede empeorar los síntomas y provocar en el mayor un grado de invalidez. Así, la artrosis se ha convertido en una de las causas más habituales de la discapacidad en las personas mayores.

En España, alrededor de siete millones de personas sufren esta enfermedad y ha sido calificada como la dolencia invalidante ya que las consecuencias que tiene para la persona acaban limitando su vida diaria, convirtiéndose incluso en la causa más frecuente de incapacidad laboral.

Según el médico de Sanitas Residencial Ferraz, Luis Escribano, "el exceso de actividad por sobrecarga de las articulaciones o traumatismos repetidos, predispone a la aparición de artrosis". La presencia de esta enfermedad aumenta con la edad y lo más común es que empiece a padecerse a partir de los 50 años y en las mujeres.

"No existe un tratamiento curativo para combatir la artrosis, pero sí que se puede actuar sobre los síntomas aliviándolos y atenuándolos", asegura el especialista. El principal objetivo es controlar el dolor, evitar la rigidez y mantener la capacidad funcional. Por eso, se recomienda adoptar hábitos de vida saludables como realizar ejercicio físico, combatir el sobrepeso y llevar una alimentación equilibrada, rica en calcio.

La prevención de esta enfermedad es posible actuando sobre factores de riesgo modificables como el control de peso, el tipo de actividad laboral o diaria y traumatismos o artritis previas.

Un vez que aparece es importante que la persona ponga en marcha nuevas rutinas y hábitos en el hogar para conseguir sobrellevar la enfermedad y atenuar los dolores. Por ejemplo, usar calzado blando y ancho, evitar estar de pie más de 10 minutos inmóvil, sentarse en sofás altos, ordenar los objetos para evitar grandes esfuerzos y colocar apoyos de seguridad y elevadores en el baño y la cama. La natación y los ejercicios en el agua, las acciones más recomendadas para mantener la actividad física de las articulaciones afectadas.
 

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