Según datos del último estudio de prevalencia en sobrepeso y obesidad infantil hecho en España con niños entre seis y nueve años, el exceso de peso en la población infantil española se ha estabilizado en los últimos diez años, pero sigue constatándose un 26% de sobrepeso y un 19% de obesidad en la población infantil.
Esta cifra sitúa a España en el segundo país de la Unión Europea con la prevalencia más alta, detrás de Italia. Este estudio concluye que el exceso de peso es un problema de salud muy extendido en la infancia y que afecta a las clases sociales más desfavorecidas. Asimismo, predice la carga de obesidad que se sufrirá en un futuro y las enfermedades crónicas asociadas (diabetes, hipertensión, cardiovasculares, cáncer).
Según explica la Dra. Mª Antonia Caravaca, endocrinóloga pediátrica del Servicio de Pediatría de USP Dexeus, una de las medidas de prevención para evitar el sobrepeso infantil es "potenciar, siempre que sea posible, la lactancia materna, ya que parece tener un efecto protector de la obesidad en la infancia". Además, se aconseja "a toda la familia estilos de vida saludables, favoreciendo una alimentación sana con el consumo diario de cinco raciones de frutas, verduras y hortalizas y disminuyendo el consumo de productos azucarados, bollería, embutidos o refrescos". Por último, la experta recomienda incrementar "la actividad física, caminando una hora al día o practicando actividades deportivas tres veces por semana, y disminuir el número de horas de televisión, ordenador y videojuegos".
Con estas medidas de prevención, se podría conseguir que la población infantil no llegara a las cifras de sobrepeso y obesidad y se evitaría que los niños obesos fueran adolescentes (probabilidad del 20 al 50%) o adultos (probabilidad del 40 al 70%) obesos. Además, según afirma la Dra. Caravaca, "a corto plazo, se conseguiría mejorar las consecuencias psicológicas y sociales que sufren en mayor frecuencia que la población infantil con normopeso, los problemas ortopédicos como el genu valgum, los respiratorios como las apneas del sueño y los metabólicos como el aumento de los niveles de colesterol LDL o el incremento en el riesgo de trastornos del metabolismo de la glucosa".