Según se ha puesto de manifiesto en la IX Reunión Controversias y Novedades en Alergia, organizada por GlaxoSmithKline (GSK), la práctica habitual de ejercicio físico podría mejorar la respuesta de las vías respiratorias de los pacientes asmáticos.
El ejercicio puede beneficiar a los pacientes asmáticos
Partiendo de esta premisa, el Dr. Nicola Scichilone, profesor del Departamento de Medicina de la Universidad de Palermo, ha realizado un estudio para evaluar si el entrenamiento físico continuado podría modular el grado de respuesta de las vías respiratorias tanto en individuos sanos como asmáticos. Aunque el ejercicio es una causa de broncoconstricción en pacientes con asma, también se considera un poderoso estímulo fisiológico broncodilatador.
Según ha destacado el Dr. Scichilone, gracias a esta investigación "podría ser posible saber si la práctica habitual de ejercicio deberá ser incluida en las directrices para el abordaje del asma como una intervención no farmacológica para la prevención y el tratamiento de los síntomas asmáticos". Aunque aún se han de realizar nuevos estudios para determinar la frecuencia y la intensidad adecuada.
Por otro lado, los expertos también han resaltado que la mayoría de los pacientes con asma presentan asma inducida por el ejercicio. Además, el 9% de las personas que nunca han padecido asma ni alergia también lo puede presentar. Por ello, es importante realizar pruebas complementarias para su correcto diagnóstico.
El Dr. Franchek Drobnic, del Departamento de Fisiología del Deporte de Sant Cugat del Vallés de Barcelona, ha propuesto, en este sentido, "la prueba con manitol en polvo, que mimetiza el efecto que provoca el ejercicio permitiendo además realizar un seguimiento de la terapia".