Según se desprende de un estudio elaborado por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española de Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), la presencia de mercurio en el pescado aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en la población adulta.
Este hallazgo supone un importante avance puesto que los expertos hasta ahora solo contemplaban los factores de riesgo clásicos en la enfermedad cardiovascular y este nuevo indicador podría explicar en algunos casos la aparición de hipertensión arterial en una población más joven y sana.
España es uno de los países en los que más pescado se consume. Los beneficios para la salud de este alimento, ampliamente reconocidos por contribuir a prevenir las enfermedades cardiovasculares, podrían no ser tales tras encontrarse niveles altos de mercurio en la sangre de las personas que comen habitualmente grandes peces, como el atún, el pez espada o el emperador.
Además, la exposición a esta sustancia altamente tóxica podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y ser causa de afectación del sistema nervioso en desarrollo tanto en el feto como en los niños.
Por ello, el consumo de este tipo de pescado está desaconsejado en niños y en embarazadas. Los expertos recomiendan, en su lugar, ingerir caballa ya que tiene contenidos de mercurio muy inferiores al atún. También recomiendan acompañar la guarnición de pescado con verduras y fibra, ya que reduce hasta en un 70% la absorción en sangre de este metal.