Los síntomas de la rinitis alérgica podrían prolongarse debido al aumento de la duración de la temporada del polen a causa del cambio climático. Según un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Génova, en Italia, el calentamiento global está provocando una extensión en las temporadas de polen, además de un incremento en la cantidad y variedad de granos de polen en el aire.
En este estudio se ha comprobado que analizando una región específica se observa un aumento progresivo de la temperatura promedio que prolonga la duración de las temporadas de polen en algunas plantas, y en consecuencia, aumenta la carga total de polen. Si se tiene en cuenta la información recabada por otros investigadores sobre el mismo tema, se llega a la conclusión de que no sólo se registra un incremento en el número de personas afectadas por la rinitis, sino que también aumenta el nivel de sensibilidad a la misma. Así, los pacientes que comenzaron siendo monosensibles (afectados por una variedad específica de polen), pueden ahora convertirse en polisensibles.
Esta enfermedad crónica afecta a millones de personas en todo el mundo y es causa de absentismo laboral y escolar, y de bajo rendimiento en el trabajo.
El aumento de las temperaturas y la alteración del clima como consecuencia de la actividad humana tienen un impacto muy significativo en el medio ambiente y, por tanto, sobre la salud. Los gases con efecto invernadero (vapor de agua y dióxido de carbono) proceden de fuentes naturales, pero también de las combustiones. Cada vez se está asociando más la combustión empleada en los vehículos con la capacidad de los pólenes para provocar alergia en el ser humano.