El templo de la Sagrada Familia de Barcelona ha encargado a la empresa B+SAFE especialista en cardioprotección, la instalación de 9 desfibriladores, que permiten ofrecer una rápida respuesta en caso de paro cardíaco. En la Catedral se han instalado 4 equipos en las zonas abiertas público de forma que se pueda actuar en los primeros 5 min. necesarios para revertir con éxito las paradas cardíacas, 2 en las oficinas del Templo y otro en la zona de obras, además se han instalado otros 2 equipos, uno en la Casa Museo de Gaudí y en otro en las oficinas centrales.
La Sagrada Familia recibe una media de 1.500 visitantes a la hora cada día y es el recinto monumental más visitado de Barcelona. Gracias al control de aforo que permite el sistema de venta on-line, ha conseguido homogeneizar el número de visitas a lo largo del año, que son más numerosas en verano, debido a la ampliación del horario facilitado por un mayor número de horas de luz. Además, el templo tiene su programación de misas y otras ceremonias religiosas y organiza entre 12 y 14 eventos anuales a los que asisten una media de 2.500 personas.
La Basílica se ha preparado a conciencia para las próximas fechas Navideñas, no solo con la instalación de los desfibriladores sino también con la formación de personal interno y externo en el uso de los equipos y en técnicas de Soporte Vital Básico y Resucitación Cardio Pulmonar.
Gracias a esta iniciativa, las 14.000 personas que visitan el templo cada día estarán cardioprotegidas y se podría atender hasta 7 personas con problemas cardíacos de forma simultánea.
De acuerdo con Aleix Riera, responsable de prevención de riesgos laborales de la Sagrada Familia "el volumen de visitas del templo aconsejaba la disponibilidad de estos equipos, que se han dimensionado de acuerdo con las necesidades y el volumen de visitas. Lo deseable es no tener que utilizarlos, pero contar con ellos nos da una enorme tranquilidad y una capacidad de respuesta que puede salvar muchas vidas".
Para Nuño Azcona, director general de B+Safe, "la cardioprotección de los espacios culturales y monumentales permite ofrece un nivel de seguridad y valor añadido a los visitantes y mejora la percepción de calidad de nuestra oferta turística". Según Azcona, poco a poco, los grandes monumentos españoles se van sumando a la cultura de la cardioprotección "y eso es una buena noticia para todos".
Espacios cardioprotegidos ‘conectados'
La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población, ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos.
Estas zonas cuentan con, según la superficie y la afluencia de público, al menos uno o varios desfibriladores, con un adecuado servicio de mantenimiento y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco repentino (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.
Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardiaco repentino es en los primeros 5 minutos.
Hay identificados cuatro pasos críticos para tratar el paro cardíaco repentino, Cadena de Supervivencia:
- Reconocimiento y llamada al servicio de emergencia.
- Una rápida resucitación cardiopulmonar (RCP).
- Desfibrilación temprana.
- SVA y cuidados post-resucitación.