Con la llegada del verano se produce un notable incremento del consumo de alimentos y bebidas frías. Esto conlleva un aumento de la aparición de casos de sensibilidad dental, una molestia bastante común que se manifiesta como una sensación desagradable, a menudo dolorosa, ante ciertos estímulos térmicos y el consumo de determinados alimentos. La única manifestación de la sensibilidad dental es el dolor, que, en algunos casos, puede estar localizado en uno o varios dientes de forma muy concreta.
En lo que se refiere a su aparición, el Dr. Alejandro Lobo, odontólogo de las clínicas Milenium Dental de Sanitas, afirma que "se puede deber tanto al desgaste mecánico del diente o la encía como al desgaste por erosión ácida del diente. Este desgaste, generalmente a nivel del cuello dental, hace que perdamos la protección que ofrece el esmalte y la encía dejando al descubierto la dentina y, a veces, la propia raíz del diente".
En la aparición de la sensibilidad dental, inciden notablemente los hábitos de higiene bucodental. Es fundamental una buena higiene bucodental, pero un cepillado demasiado agresivo puede favorecer la aparición de sensibilidad dental, por lo que es recomendable realizar una técnica de cepillado adecuada que no dañen ni el esmalte del diente ni la encía.
Para prevenir la aparición de esta dolencia, también se debe evitar o reducir el consumo de sustancias frías o ácidas. Además, "es recomendable utilizar productos específicos para la sensibilidad dental tales como pastas dentífricas, colutorios o geles tópicos", afirma el Dr. Lobo.
Hay una gran variedad de tratamientos para la sensibilidad dental que varían en función del paciente. Abarcan desde los productos que se pueden comprar en las farmacias o en las grandes superficies, hasta aquellos que se aplican en el gabinete dental de la mano de un profesional cualificado. Estos productos se diferencian en el porcentaje de composición química (nitrato potásico y flúor) y es recomendable que sea el odontólogo el que decida qué tratamiento usar dependiendo del caso. Los casos en el que la sensibilidad dental desemboca en un problema mayor y requieren de cirugía no suelen ser habituales.