La Universidad San Jorge de Zaragoza ha instalado desfibriladores para el personal no especializado en todos sus edificios para lograr convertir su campus en un espacio cardioprotegido. Además, cuenta con un desfibrilador itinerante, dirigido principalmente a los alumnos y profesores más expuestos a riesgos (los del grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte).
El objetivo de la instalación de estos equipos es poder contar con recursos que permitan la correcta estabilización de una persona con síntomas de paro cardiaco. Diversos estudios señalan que la aplicación correcta de la reanimación cardiopulmonar durante los primeros minutos tras el paro cardiaco aumenta en un 45% las posibilidades de que el paciente sobreviva. Más allá de los primeros cinco minutos, esas posibilidades van disminuyendo en un 10% por cada minuto perdido.
En este sentido, David Pérez, responsable de la Unidad de Desfibriladores de Philips Ibérica, empresa suministradora de estos desfibriladores, afirma que "el tiempo es el principal enemigo a la hora de salvar a una persona que sufre un paro cardiaco. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación ronda los 10 minutos. Si se dispone de un desfibrilador cercano que permita atender a la víctima tras realizar la reanimación cardiopulmonar en ese periodo de tiempo, podremos salvar su vida y evitar secuelas o daños irreparables".
Además de instalar estos equipos, la universidad ha impartido a un grupo de personal un curso sobre soporte vital básico y en la utilización de estos desfibriladores. Las sesiones teóricas de este programa de formación se han completado con ejercicios prácticos para conocer el buen manejo de este instrumental en situaciones de peligro. Este programa ha incluido técnicas de reconocimiento precoz de los síntomas de parada cardiorrespiratoria y la aplicación adecuada de la reanimación cardiopulmonar.
Esta iniciativa es una muestra más del compromiso de la Universidad San Jorge con la salud de la comunidad universitaria. Según señala Mª Jesús Vinacua, adjunta al rector en el área de Dirección de Personas de la universidad, "la Universidad San Jorge apuesta por ser una universidad saludable, trabajando cada vez más en la promoción de la salud".