Los efectos de las cefaleas, como alteración de la visión, falta de movilidad en brazos y piernas y lentitud de reflejos, obligan a más de la mitad de los conductores a realizar paradas en zonas de descanso para aliviar sus síntomas. Incluso, uno de cada cinco llama a algún amigo o familiar en busca de ayuda y uno de cada ocho se ve obligado a detener su vehículo.
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El estudio Cefalea, migraña y riesgo para la conducción de vehículos, realizado por el Grupo de Neurología de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo ( AEEMT) y la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPAC), tiene como objetivo la valoración de las cefaleas y los medicamentos que se usan y su relación con la conducción.
El informe propone que las personas con este tipo de dolencias conozcan cómo prevenir el riesgo al volante, y entre las medidas destacan evitar la automedicación, seguir las instrucciones del médico, valorar las circunstancias individuales y seleccionar aquellos fármacos que reduzcan el riesgo de accidentalidad.