Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad y morbilidad en las sociedades desarrolladas. Los factores que las desencadenan son, fundamentalmente, la hipertensión arterial, las alteraciones metabólicas (glucosa y colesterol), el sobrepeso, el sedentarismo, el estrés, la contaminación y el tabaquismo.
Con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebra hoy, el Dr. José Antonio García Donaire, del Hospital USP San Camilo de Madrid, explica que la obesidad favorece de manera precoz la aparición de hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia, que contribuyen a la aparición y progresión de la enfermedad cardiovascular.
Por otro lado, la contaminación creada por el tráfico y el humo de las industrias y del tabaco han contribuido al incremento de la incidencia de la enfermedad cardiovascular ya que generan partículas tóxicas que penetran en los alveolos y arterias y provocan dolencias respiratorias y cardiovasculares.
"La mejor forma de luchar contra la enfermedad cardiovascular es evitar que aparezca y la prevención se basa en una buena información", declara el Dr. García Donaire, que afirma que para lograr disminuir la incidencia de la enfermedad cardiovascular se requiere de un cambio de mentalidad, comenzando por la educación de los menores en los hábitos cardiosaludables.
Además, con el fin de prevenir la enfermedad cardiovascular, los expertos consideran que es necesario mejorar la detección precoz de los factores de riesgo de los pacientes asintomáticos, realizando chequeos especializados en salud cardiovascular y optimizar el tratamiento y control del paciente con patología asociada.
Además, las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir incorporando hábitos de vida cardiosaludables: llevar una alimentación equilibrada, moderar el consumo de alcohol, aumentar la actividad física, abandonar el hábito del tabaco y evitar el estrés.