Se estima que alrededor de 360 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad auditiva en el mundo. En España, esta cifra se encuentra en torno a un 11,3% de la población, alrededor de 5 millones de personas, existiendo distintos grados de pérdida auditiva, de leve a profunda, así como distintos tipos de pérdida de audición en función de la estructura del sistema auditivo que se encuentre afectado.
"Gracias a los avances tecnológicos existen diferentes opciones para ayudar a mejorar la audición de las personas que tienen algún tipo de pérdida auditiva", explica Carina Rodríguez, audióloga responsable de Formación y Estudios Clínicos en Advanced Bionics. "En la actualidad, los principales dispositivos indicados para mejorar la capacidad de audición son los audífonos y los implantes auditivos, entre ellos los implantes cocleares. Aunque la finalidad de ambos dispositivos es la misma, tienen diferentes indicaciones en función del grado y tipo de pérdida de audición del paciente".
Uno de estos avances tecnológicos es la estimulación electroacústica (EAS, por sus siglas en inglés). Esta técnica, introducida en 1999, se puede conseguir gracias a la combinación de la tecnología de un implante coclear y un audífono en un mismo dispositivo. "Las estrategias de estimulación electroacústica, cada vez tienen mayor importancia gracias a los beneficios que aportan en la calidad de la escucha, consiguen una escucha más natural", afirma la audióloga.
La utilización de ambos tipos de estimulación en un mismo oído está indicada para pacientes con audición residual de sonidos graves, y una pérdida de severa a profunda en el rango de sonidos más agudos. La estimulación eléctrica del implante ayudaría al reconocimiento de las frecuencias más agudas y el audífono al de las más graves.
Además, la estimulación bimodal, que consiste en utilizar un implante coclear y un audífono en oídos diferentes, también es posible y recomendable en pérdidas asimétricas, dependiendo del grado de pérdida y el cumplimiento de los requisitos médico-quirúrgicos.
Diferencias entre audífono e implante coclear
Existen tres diferencias básicas entre estos dos dispositivos: la indicación, es decir, el grado y tipo de pérdida auditiva, la modalidad de estimulación, acústica frente a eléctrica y la adaptación o colocación, externa frente a quirúrgica.
El audífono es un dispositivo indicado para pérdidas de audición leves, moderadas y hasta severas, que estimula acústicamente, es decir, amplifica, realza y mejora el sonido. Puede utilizarse colocándolo detrás de la oreja (retroauricular) o dentro del canal auditivo (intraauricular).
El implante coclear está indicado para pacientes con pérdidas de audición neurosensorial de severa a profunda o profunda, y que no obtengan ningún beneficio en la utilización de audífonos. Este tipo de dispositivo sustituye la función del oído con estimulación eléctrica, que se envía directamente al nervio auditivo. Los implantes cocleares requieren de una intervención quirúrgica, por lo que es necesaria una valoración multidisciplinar que incluya, además de la valoración otorrinolaringológica y audioprotésica, una valoración psicológica, logopédica y cognitiva.
"A nivel de funcionalidad, los implantes cocleares hoy en día son prácticamente iguales que los audífonos en cuanto a conectividad, versatilidad para usarlo en cualquier entorno o incluso en su aspecto estético", comenta Rodríguez.
Según datos de FIAPAS, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas, el implante coclear es el tratamiento utilizado por un 51% de pacientes con pérdida de audición en España, cerca de 17.500 personas. Según estudio llevado a cabo por esta entidad, hace una década el porcentaje de usuarios de implante coclear era de un 42% frente a un 57% de audífonos. Esta evolución en el uso de estos dispositivos se debe al avance de la tecnología, la mejora de la técnica quirúrgica y una identificación más precisa de las pérdidas auditivas que han perfeccionado los procesos de implantación desde que en 1957 se practicase la primera cirugía de implante coclear.