Según han destacado los expertos en una reunión sobre enfermedad inflamatoria intestinal, organizada por el Hospital General de Valencia, los medicamentos biológicos son seguros durante el embarazo en las pacientes con esta patología.
Este encuentro ha sido organizado con el fin dar información a las pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal sobre los aspectos más relevantes de su patología, darles la oportunidad de establecer un coloquio en el que se solucionen sus dudas y establecer una interrelación entre ellas y los especialistas.
La enfermedad inflamatoria intestinal aparece por primera vez en personas cada vez jóvenes, que están o llegarán en un futuro a estar en edad reproductiva. El curso de esta patología durante la gestación está relacionado con el grado de actividad de la misma en el momento de la concepción, es decir, cuando la concepción se produce en estado de remisión de la enfermedad, el embarazo no tendrá, por regla general, complicaciones relacionadas con la enfermedad inflamatoria intestinal.
Por el contrario, si la concepción se produce durante un brote activo de la patología, el control será más difícil y aumentará el riesgo de complicaciones para la madre y el bebé durante el embarazo, ya que se ha descrito una mayor probabilidad de parto prematuro y retraso de crecimiento intrauterino y bajo peso al nacer.
Por eso, es muy importante que las mujeres con esta patología planifiquen la concepción e intenten que se produzca en un período de remisión de la enfermedad. Además, la lactancia materna no afecta a la actividad de la patología, por lo que no hay más riesgo de tener un brote en ese período y la mayor parte de terapias son totalmente compatibles con ella.
En cuanto a la medicación durante la gestación, se puede mantener en la mayor parte de los casos. En este sentido, la Dra. Pilar Canelles Gamir, del Hospital General Universitario de Valencia, ha afirmado que "la mayoría de las medicaciones se deben mantener, pero no todas. Si la indicación es adecuada, por ejemplo en el caso de los fármacos biológicos, estos se deben mantener durante el embarazo, aunque quizás con la única excepción del tercer trimestre, momento en que cada médico valorará el posible abandono del tratamiento hasta nueva orden".