Las personas con piel atópica, las más vulnerables en época de sol y alergias primaverales

Las reacciones dérmicas más habituales producidas por los alérgenos propios de esta época son las ronchas, picores, descamaciones, e incluso fuertes picores corporales y sarpullido o urticaria
El sol es el peor aliado de las reacciones alérgicas en la piel. Para ello es esencial la fotoprotección e hidratación de la piel mediante el uso de una crema que más se adecúe a la piel de la persona que lo padezca

Las alergias en la piel propias de las épocas primaverales y veraniegas son más comunes de lo que parece, y es que, a la aparición del sol y la subida de temperatura se le une el crecimiento y florecimiento de las diferentes plantas, árboles y flores. Por tanto, lo que puede ser la época más esperada por muchas personas, se convierte en una pesadilla para los alérgicos y sus reacciones dérmicas; ronchas, picores, descamaciones, e incluso urticaria, entre otros, son los efectos que aparecen en la dermis de los alérgicos.

Según la Dra. María José Moreno, dermatóloga en el Hospital Vithas San José de Vitoria, las personas con piel atópica, es decir, enfermedad que deja la piel más seca de lo normal, escasa de agua y de grasa, y que se descama e irrita con mucha facilidad, son las más vulnerables a los alérgenos surgidos en la época primaveral y presentan la mayoría de síntomas producidas por una reacción alérgica como pueden ser fuertes picores corporales y sarpullidos.

La piel debe cuidarse a lo largo de todo el año, incluso en invierno, por esto es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones para esta época del año, y en concreto, las personas alérgicas que sufren reacciones dérmicas severas. Y es que el sol es uno de los elementos más perjudiciales para las personas con reacciones dérmicas, por lo que deben evitar el sol lo máximo posible. "Las personas que sufren de piel atópica tienen piel seca, y los rayos de sol y la sequedad que les producen los alérgenos incrementa esta sequedad, al igual que acudir a las cabinas de rayos UVA artificiales", aconseja la dermatóloga.

Para ello, la hidratación y fotoprotección en la piel son esenciales. Es necesario hacer un uso correcto de las cremas hidratantes y fotoprotectoras, dependiendo siempre del tipo de piel para que no sea contraproducente, sobre todo en las personas atópicas. Las personas con tez blanca suelen presentar mayor índice de reacciones dérmicas, por lo que deben poner especial atención a los síntomas que aparezcan en su piel. "Las zonas fotoexpuestas del cuerpo como cara y cabeza, brazos y piernas pueden afectarse más por el sol y alérgenos ambientales propias de esta temporada, que aumenta en el caso de los atópicos también otras zonas como son las áreas de flexión de extremidades", afirma la Dra. Moreno. "La hidratación adecuada también se consigue bebiendo mucha agua, lo cual se convierte en esencial para combatir muchos de los efectos negativos que producen los alérgenos en la piel", añade.

Una de las partes del cuerpo en las que menor atención se emplea es en el cuero cabelludo, y es que, según la dermatóloga de Vithas Vitoria, las alergias y el sol repercuten negativamente en la salud de esta zona de la piel. Por ello, es necesario que las personas con poco pelo o con calvicie hagan uso de una gorra o, por el contrario, ponerse crema de protección solar en el cuero cabelludo, sobre todo en el caso de sufrir atopía, pues es una localización frecuente de queratosis actínicas. "En el caso de personas que utilicen maquillaje, se recomiendan productos libres de perfume, conservantes, ni parabenos, es decir, lo más neutros posible para que no dañen la piel", añade la Dra. Moreno.

La alimentación es otro de los factores que puede ayudar a reducir los efectos negativos de este temporal sea cual sea el tipo de piel. Así, los alimentos antioxidantes son los más recomendados: tomate, zanahoria y las espinacas, por ejemplo, ayudará a que la piel se fortalezca. Al contrario, se debe evitar el café, bebidas muy azucaradas, alcohol y la comida que contenga mucho aceite y grasa.

Asimismo, el deporte es la mejor manera de eliminar toxinas gracias al sudor, y esta es la clave para oxigenar la sangre, aun así, no se recomienda hacer demasiado esfuerzo ni superar los 30 minutos de actividad física. En el caso de las personas que sufren alergia, hay que evitar hacer ejercicios por zonas verdes o que puedan contener alto nivel de alérgenos como polen, gramíneas, etc. "Si además la piel de la persona es atópica, es importante que al finalizar la actividad física se cambie la ropa húmeda de sudor lo antes posible y ponerse prendas de algodón o de hilo, para que facilite la transpiración de la piel", concluye la dermatóloga del hospital vitoriano.

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