Con la popularización de las competiciones deportivas, los organizadores de las mismas se preocupan cada vez más por el buen estado de salud de sus participantes. Por ello, se está comenzando a pedir un reconocimiento médico para poder asistir a las pruebas. Este año, como novedad, la popular Quebrantahuesos, que el próximo 22 de enero sortea sus plazas de inscripción, ha incorporado este requisito a sus exigencias de participación. En la capital aragonesa, uno de los centros médicos más especializados en este tipo de pruebas es Clínica Podium, expertos en el cuidado integral del deportista.
En la actualidad, algunas pruebas deportivas están incorporando a sus requisitos que sus participantes se hagan un reconocimiento previo a la competición. Esto se debe a que en los últimos años se han dado varios casos de desmayos, problemas graves de salud e, incluso, fallecimientos durante estos eventos, debido en parte a la popularización de los mismos. Uno de los encuentros deportivos que este año se ha sumado a esta tendencia es la conocida Quebrantahuesos, cuyo sorteo tiene lugar este viernes, 22 de enero.
En Zaragoza, el Centro de Medicina Deportiva Clínica Podium es experto en el asesoramiento y revisión del trabajo de los deportistas. Sus profesionales se han especializado en la realización de pruebas de esfuerzo, necesarias antes de una prueba deportiva y también muy recomendables para aquellos que practican deporte de forma regular.
"Ofrecemos tanto pruebas de esfuerzo para deportes que impliquen correr, realizadas en un tapiz rodante, como pruebas de esfuerzo para los ciclistas en la propia bici del paciente, lo que nos garantiza que los resultados son más fiables ya que no hay variables que cambien por la biomecánica de la bici", explica el gerente y propietario del Centro de Medicina del Deporte PODIUM, Alex Vallés.
La prueba de esfuerzo consiste en la realización de diversos test, desde toma de tensión o auscultación en reposo hasta medición de la capacidad respiratoria y el volumen pulmonar. Ya en la fase de estrés, se somete al paciente a la cinta de correr, monitorizado y midiendo sus constantes. "Se trata de un test en progresión, que llevará del reposo al estrés máximo soportable por el deportista, y que podrá parar en el momento que el mismo lo vea necesario", añade Vallés. Por último, concluye, "se procesan los datos por parte de un médico y un preparador físico licenciado en INEF, y se realiza un informe con las dos áreas (rendimiento y salud) donde se explica al paciente su situación actual y se aconseja que medidas pueden ayudarle". El paciente se lleva a casa el informe y puede presentarlo a su médico o su entrenador.
La prueba de esfuerzo se dirige tanto a deportistas que desean mejorar su rendimiento como a aquellos que quieran conocer su estado de salud y las posibles contraindicaciones para realizar deporte, además de para quienes lo requieran para obtener la licencia federativa o para la participación de una carrera (este año indispensable para la Quebrantahuesos).