La miopía en Europa se ha convertido, de unos años a esta parte, en un problema serio que afecta cada día a más personas. Frenar el avance de la miopía, especialmente entre la población más joven, es posible gracias a la Ortoqueratología.
La Ortoqueratología es una especialidad de la Contactología que comenzó a utilizarse en los años 60. Desde entonces, se han mejorado los materiales de las lentes que se utilizan permitiendo un mayor paso de oxígeno y resultando más cómodas y efectivas en la actualidad. Por lo demás, el tratamiento es el mismo. Consiste, según señala Juan Gilberto Moreno Campoy, Óptico-Optometrista por la Universidad de Granada y que dirige el departamento de Contactología Avanzada de Federópticos Trinidad, en Úbeda (Jaen), en utilizar unas lentes durante la noche que modifican la curvatura de la córnea, eliminando así la miopía a tratar, haciendo que el paciente vea perfectamente durante el día sin gafas ni lentes de contacto.
La técnica es indolora y muy segura. Y lo mejor, asegura Moreno, es que "es reversible, es decir, si a una persona no le va bien, se dejan de poner las lentillas por la noche y el ojo vuelve a su estado inicial".
Perfil del usuario de lentes Orto-k
El candidato idóneo para el tratamiento de Ortoqueratología es una persona con miopía. Actualmente se pueden tratar hasta menos diez dioptrías (-10), aunque, según explica Juan Gilberto "es más viable hasta -6".
En niños y adolescentes, entre los que la miopía suele avanzar de forma rápida, es una técnica muy recomendable. En este sentido "hasta un 60% de los pacientes logran controlar el avance de la miopía". En Federópticos Trinidad son varios los niños que utilizan lentillas Orto-k y, como asegura Juan Gilberto, "no tienen miedo de manejar las lentillas así que lo hacen fenomenal. El más pequeño tiene siete años".
La Ortoqueratología se aplica de manera prioritaria en casos de miopía, aunque también se pueden tratar con esta técnica la hipermetropía y el astigmatismo.
Formación especializada para el profesional
Existen varios laboratorios que ofrecen cursos especializados en Ortoqueratología y, como explica Juan Gilberto Moreno, "además de tener conocimientos básicos, es imprescindible realizar un curso para poder trabajar". Moreno es miembro de la Academia Europea de Ortoqueratología que aglutina profesionales bajo un mismo protocolo de actuación y código deontológico.
"Se trata de una técnica muy segura, pero requiere conocimientos especializados y tener un topógrafo corneal", un instrumento indispensable para tratar de manera correcta e individualizada a los pacientes.
El 98% de las personas pueden someterse a esta técnica y para ello deben pasar un test de viabilidad que se hace en una noche con unas lentes de prueba.