Los adolescentes desconocen normalmente los cuidados específicos de la piel con acné

Ante el desconocimiento entre los adolescentes sobre los cuidados que requiere la piel con acné, Kleresca® ha organizado un evento de concienciación para jóvenes entre 13 y 16 años.

Para muchos adolescentes el acné acaba convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Sin embargo, con los cuidados específicos y los tratamientos adecuados, adaptados en función del grado de severidad de la patología y siempre bajo la supervisión de un dermatólogo, el impacto se puede minimizar.

Así lo corrobora la Dra. Rocío Gil Redondo, del Grupo Pedro Jaen, quien invitada por Kleresca® ha impartido una charla divulgativa sobre los cuidados de la piel adolescente y el tratamiento del acné a los alumnos del colegio Fuentelarreyna de Madrid. "Normalmente los adolescentes desconocen los cuidados específicos que necesita la piel con acné", ha comentado la dermatóloga, que también ha puntualizado que la preocupación de los jóvenes surge cuando comienzan a ver que el acné les deja lesiones cicatriciales en el rostro, con el consecuente impacto estético.

La Dra. Gil Redondo ha explicado a los jóvenes alumnos de este colegio madrileño –de edades comprendidas entre los 13 y los 16 años- que para mantener su piel en las mejores condiciones deben seguir algunas pautas básicas, como son:

  1. Realizar una buena rutina facial diaria en cuanto a limpieza e hidratación, con productos adecuados para pieles con acné;
  2. No tocar las lesiones producidas por el acné;
  3. Evitar cremas y maquillajes comedogénicos;
  4. Y, en casos de acné moderados y severos, consultar al especialista para que éste aconseje el tratamiento idóneo al caso.

Diferentes grados de severidad, diferentes soluciones

Se estima que hasta un 80% de la población sufre acné en algún momento de su vida. Pero los adolescentes se ven afectados de manera más frecuente, sobre todo entre los 15 y los 17 años, una franja edad en la que su autoestima suele estar estrechamente vinculada con la imagen.

La Dra. Gil Redondo asegura que en los casos leves generalmente basta con aplicar una rutina facial y cuidados específicos para mantener el acné controlado. "No obstante, cuando el acné se presenta en grado moderado o severo, habitualmente se requiere el uso de otras técnicas para conseguir una mejoría", puntualiza.

Alternativas para tratar el acné moderado/severo

En función de las características del paciente, los dermatólogos se decantan por distintos tratamientos del acné. Se puede recurrir a tratamientos tópicos con antibióticos, retinoides, perósido de benzoilo, queratolíticos, etc. o fármacos tomados por vía oral. Los más utilizados son los antibióticos orales a dosis bajas y la isotretinoína. Asimismo, existen diferentes terapias físicas como la fotodinámica, la luz LED, el láser o la energía fluorescente, que no causan prácticamente efectos secundarios.

Precisamente la energía fluorescente es la tecnología que emplea Kleresca®. Se trata de una solución innovadora que la Dra. Gil Redondo recomienda porque es "un tratamiento no invasivo, no abrasivo y no sistemático, por lo que tiene un buen perfil de efectos secundarios y se puede usar como alternativa a antibióticos o tratamientos invasivos". Con Klereca®, además, se logra una mejora tanto de las lesiones de acné activo como de las cicatrices.

Efectivo frente al acné, confortable para el paciente

Kleresca® Acne Treatment es, a partes iguales, efectivo contra el acné y no invasivo respecto al paciente. El tratamiento se realiza aplicando un gel fotoconversor especialmente formulado a la piel del paciente, que es colocado bajo la lámpara de luz azul. Cuando esta luz incide sobre el gel –generando apenas una sensación de calor- los cromóforos contenidos en el mismo convierten la luz en fluorescencia que penetra en la piel a diferentes longitudes de onda para activar sus propios mecanismos internos de reparación y la producción de colágeno. De este modo, no sólo se ven reducidos los signos del acné y disminuye la inflamación, sino que sus cicatrices se atenúan de forma perceptible.

La biofotónica consigue algo realmente innovador: que la propia piel comience a "funcionar bien" por sí misma. Esta reactivación de los mecanismos de reparación internos de la piel se proyecta, además, a largo plazo, de modo que la mejoría continúa progresando tiempo después de finalizar el tratamiento.

La duración estandar de Kleresca® Acne Treatment consiste normalmente en dos sesiones semanales durante seis semanas, dependiendo de la severidad del caso. Cada sesión se realiza en nueve minutos de exposición bajo la lámpara, siempre bajo la supervisión de un especialista. Además, la terapia biofotónica no es fotosensibilizante, por lo que otra de las ventajas evidentes de Kleresca® es que se puede aplicar en cualquier momento del año, incluso durante el verano.

Concienciando sobre el acné

La charla de la Dra. Rocío Gil Redondo ha sido de gran utilidad para los jóvenes que han podido asistir.  En su intervención, la dermatóloga ha explicado esta patología, presentando datos y hechos reales en relación a las causas, los tratamientos y cómo lidiar con el acné diariamente. Cuanto mayor sea el conocimiento de esta enfermedad de la piel y sus opciones de tratamiento, los pacientes estarán más preparados para escoger la terapia adecuada. Kleresca® sostiene que los tratamientos no necesitan ser agresivos para alcanzar resultados eficaces y apuesta por la concienciación sobre alternativas no invasivas a los tratamientos tradicionales.

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