Espantar el fantasma de los brackets en la infancia, la juventud y la edad adulta, es el reto que han logrado las nuevas tecnologías al desarrollar los nuevos sistemas de alineadores invisibles que evitan la incomodidad de los hierros y la transformación de la imagen que transmite la persona que los lleva, que en ocasiones causa daño moral. Ese es uno de los desafíos que afronta Margarita López-Areal desde el Centro Dental El Parque. "La sucesión de diferentes alineadores y los materiales empleados consiguen un efecto muy positivo en los pacientes: la sensación de un tratamiento transparente, que casi no se ve. Invisalign es un tratamiento de Ortodoncia indoloro y una opción mucho más estética que los tradicionales brackets".
Los nuevos tratamientos de ortodoncia estética con alineadores invisibles son lo que ha provocado "un repunte de tratamientos en pacientes de edad adulta en los últimos cinco años, que rechazaban este tipo de tratamientos por el impacto visual que generaban los antiguos brackets y sus posibles repercusiones en los ámbitos sociales y laborales. El incremento de pacientes adultos alcanza casi el 30%".
"Los adultos desearían evitar el uso de los brackets por una sensación de vergüenza. Margarita López-Areal, asegura que la corrección de la dentición en la edad adulta conlleva diversos efectos positivos. "En primer lugar, mejora la sonrisa. No hay nada que envejezca más que una dentición desalineada y descuidada", asegura la especialista, quien añade que "hoy en día la imagen es muy importante en el ámbito laboral. La sociedad actual venera la imagen porque aumenta la autoestima, por lo que siempre ofrece más y mejores oportunidades a aquellos que presentan un mejor aspecto. Asimismo", puntualiza, "está indicada para mejorar la higiene dental. Cuando los dientes están apiñados o mal alineados, se crean zonas a las que es difícil acceder con el cepillo de dientes. Si se enderezan y alinean los dientes mediante un tratamiento de Ortodoncia, la limpieza bucal diaria resultará más fácil y más efectiva".
Aunque está considerada como una técnica de ortodoncia referenciada en el siglo XXI, tuvo sus orígenes en el siglo anterior. En el año 1945, el Dr.H.D. Kiesling, mediante el set-up de un modelo de escayola llegó a la conclusión de que se podían mover los dientes para llevar a cabo un tratamiento de Ortodoncia. "Hoy en día", señala Margarita López-Areal, "el secreto del éxito está en la correcta elección de la indicación –no vale para todos los casos-. Lo primero es llevar a cabo un diagnóstico adecuado. Posteriormente se realiza la toma de impresiones al paciente mediante una cámara intraoral incorporando así las nuevas tecnologías digitales a los tratamientos de Ortodoncia".
"Realizado el primer diagnóstico", puntualiza Margarita López-Areal, "los alineadores transparentes, removibles son casi imperceptibles y se utilizan 22 horas al día (quitándoselos sólo para comer) y se van cambiando cada dos semanas. Son los que van a ir moviendo la posición de los dientes progresivamente hasta obtener el objetivo deseado diseñado por la ortodoncista".
Corrige una gran cantidad de malformaciones dentales consiguiendo con ello la recuperación de una sonrisa atractiva. Siempre bajo la supervisión de un especialista. Las correcciones más habituales, son las siguientes:
- El apiñamiento dental que se produce cuando los maxilares no tienen suficiente espacio para que todos los dientes erupcionen con normalidad, es muy frecuente que estos se puedan apiñar unos con otros. Estas situaciones se pueden tratar con alineadores estéticos.
- La separación de los dientes que se suele provocar cuando hay demasiado espacio en relación con la anchura de los mismos.
- Las discrepancias maxilares cuando el maxilar superior es más pequeño o más estrecho que el inferior, los dientes superiores e inferiores no engranan adecuadamente impidiendo una correcta masticación.
- La sobremordida es el problema que surge cuando los dientes superiores se entrecruzan excesivamente sobre los inferiores.
- La mordida abierta surge en el frente anterior cuando hay una notable separación entre los dientes superiores y los inferiores.