Ante la cercanía del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, David Belver, pediatra de IMQ, insiste en otorgar a los más pequeños toda la protección que precisan frente a las quemaduras solares: "Como orientación general, los bebés por debajo de un año de edad deberían evitar la playa, sobre todo, los bebés menores de 6 meses. En caso de que acudan, debería ser a primera hora de la mañana y última de la tarde, cuando la radiación solar es menos intensa. No olvidemos que las sombrillas no protegen de la luz reflejada por la arena o por el agua, sea del mar o en la piscina".
Además de medidas como "evitar en verano la exposición solar directa en las horas centrales del día", es conveniente "vestir ropa ligera de manga larga y de colores claros. Las gorras y las gafas de sol son también de gran ayuda. Además, se debe ofrecer agua a nuestros peques con frecuencia, independientemente de si manifiestan sed o no".
Con respecto a los filtros solares, el pediatra recuerda que "usaremos un factor máximo de protección solar con filtro químico, que debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición, o mineral, indicado sobre todo en lactantes".
Filtros solares
Las franjas de radiación con más efectos cutáneos son la radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB). "La radiación UVB es la responsable de las quemaduras solares, del daño del ADN celular que puede producir mutaciones potencialmente cancerígenas y de la síntesis de vitamina D. Por otro lado, la radiación UVA es la responsable del bronceado, del fotoenvejecimiento (arrugas y manchas solares). También es un potente antiinflamatorio que nos ayuda a combatir muchas enfermedades cutáneas", explica Ana Sánchez, dermatóloga de IMQ.
Según señala la experta, los filtros solares son "muy útiles" a la hora de proteger de la radiación UVB, es decir, de la quemadura solar; de hecho, el número de índice de protección que aparece en la caja indica cuánta radiación UVB filtra dicha crema. "Los fotoprotectores con un índice de protección del 2, filtran el 50% de la radiación UVB; los del 15 filtran el 90-95% de la radiación UVB; los del 30 filtran el 96%; y los de 50+ filtran el 98% de la radiación UVB". Según aclara, "ninguna crema de ningún índice de protección llega a filtrar el 100% de la radiación UVB, por lo tanto no existen las mal llamadas ‘pantallas totales".
En cuanto a la protección de la radiación UVA, "debemos fijarnos que lo ponga específicamente en el envase. En general, los filtros para radiación UVA no son tan eficaces como para UVB y la protección para UVA es un tercio de la que pone para UVB. Por lo tanto una crema del 30, nos protege 30 de UVB y 10 de UVA".
En términos generales, la especialista indica que, en el caso de los adultos, "estaremos bien protegidos de la radiación que produce las quemaduras con una crema de índice 30; y si además queremos evitar la radiación que produce las manchas solares o las arrugas, necesitaremos una de 50+ o más".
La dermatóloga subraya la necesidad de ser generoso en la cantidad de crema solar que se aplica a la piel "y reaplicarnos el producto frecuentemente (cada 2 horas) y después de bañarnos o sudar profusamente, ya sea un filtro de 15 o 50+".