13 de junio, Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel

"Los bebés por debajo del año deberían evitar la playa, en especial, los menores de seis meses"

Los episodios de quemadura solar en la infancia aumentan el riesgo de cáncer de piel en la edad adulta. El daño por radiación solar es acumulativo

Ante la cercanía del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, David Belver, pediatra de IMQ, insiste en otorgar a los más pequeños toda la protección que precisan frente a las quemaduras solares: "Como orientación general, los bebés por debajo de un año de edad deberían evitar la playa, sobre todo, los bebés menores de 6 meses. En caso de que acudan, debería ser a primera hora de la mañana y última de la tarde, cuando la radiación solar es menos intensa. No olvidemos que las sombrillas no protegen de la luz reflejada por la arena o por el agua, sea del mar o en la piscina".

Además de medidas como "evitar en verano la exposición solar directa en las horas centrales del día", es conveniente "vestir ropa ligera de manga larga y de colores claros. Las gorras y las gafas de sol son también de gran ayuda. Además, se debe ofrecer agua a nuestros peques con frecuencia, independientemente de si manifiestan sed o no".

Con respecto a los filtros solares, el pediatra recuerda que "usaremos un factor máximo de protección solar con filtro químico, que debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición, o mineral, indicado sobre todo en lactantes".

Filtros solares

Las franjas de radiación con más efectos cutáneos son la radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB). "La radiación UVB es la responsable de las quemaduras solares, del daño del ADN celular que puede producir mutaciones potencialmente cancerígenas y de la síntesis de vitamina D. Por otro lado, la radiación UVA es la responsable del bronceado, del fotoenvejecimiento (arrugas y manchas solares). También es un potente antiinflamatorio que nos ayuda a combatir muchas enfermedades cutáneas", explica Ana Sánchez, dermatóloga de IMQ.

Según señala la experta, los filtros solares son "muy útiles" a la hora de proteger de la radiación UVB, es decir, de la quemadura solar; de hecho, el número de índice de protección que aparece en la caja indica cuánta radiación UVB filtra dicha crema. "Los fotoprotectores con un índice de protección del 2, filtran el 50% de la radiación UVB; los del 15 filtran el 90-95% de la radiación UVB; los del 30 filtran el 96%; y los de 50+ filtran el 98% de la radiación UVB". Según aclara, "ninguna crema de ningún índice de protección llega a filtrar el 100% de la radiación UVB, por lo tanto no existen las mal llamadas ‘pantallas totales".

En cuanto a la protección de la radiación UVA, "debemos fijarnos que lo ponga específicamente en el envase. En general, los filtros para radiación UVA no son tan eficaces como para UVB y la protección para UVA es un tercio de la que pone para UVB. Por lo tanto una crema del 30, nos protege 30 de UVB y 10 de UVA".
En términos generales, la especialista indica que, en el caso de los adultos, "estaremos bien protegidos de la radiación que produce las quemaduras con una crema de índice 30; y si además queremos evitar la radiación que produce las manchas solares o las arrugas, necesitaremos una de 50+ o más".

La dermatóloga subraya la necesidad de ser generoso en la cantidad de crema solar que se aplica a la piel "y reaplicarnos el producto frecuentemente (cada 2 horas) y después de bañarnos o sudar profusamente, ya sea un filtro de 15 o 50+".

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