El 50,4% de los españoles toma diariamente menos líquido que el recomendado, según una investigación que se llevó a cabo entre 1.262 personas de toda España y publicada recientemente en la revisión "Importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedad: situación actual" realizada por expertos del Instituto Danone y publicada en la Revista Científica, Nutrición Hospitalaria.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), las mujeres deberían consumir al menos dos litros de líquido (agua, bebidas no alcohólicas o el agua de los alimentos) al día y los hombres, dos y medio. El citado estudio reveló que la mitad de las personas consumían diariamente menos del 80% de la cantidad recomendada. Según esta investigación, los hombres son los que se hidratan peor, ya que un 59,2% de ellos no ingiere suficiente líquido según recomendaciones de EFSA, mientras que en las mujeres este porcentaje baja al 41,6%.
"Una hidratación insuficiente tiene un impacto muy negativo sobre nuestro organismo. Nos hace propensos a sufrir cálculos renales y tener un mal funcionamiento del sistema urinario, y afecta la cognición y la memoria a corto plazo. Cuando la ingesta de líquidos es deficitaria y crónica se ha visto podría contribuir al desarrollo de hipertensión, tromboembolismo, ictus y otras enfermedades coronarias", señala Jordi Salas, miembro del Instituto Danone y uno de los autores de la revisión publicada en la Revista Científica Nutrición Hospitalaria en la que también han participado Luis Moreno, Francisco Maraver, Leocadio Rodríguez, Miguel Saénz de Pipaón y Isidro Vitoria.
Deshidratación en edades avanzadas
"La deshidratación puede afectar a personas de cualquier edad, pero los niños pequeños y, especialmente, los ancianos son los grupos expuestos a un mayor riesgo de sufrirla", indica Leocadio Rodríguez, miembro del mencionado instituto.
De acuerdo con la revisión, es en las residencias de personas mayores donde la deshidratación es más frecuente: puede observarse hasta en un 40% de las personas que viven en ellas, mientras que en el medio comunitario la padecen un 5% o 10%.
Según explica el doctor Rodríguez, algunos de los factores asociados a un mayor riesgo de deshidratación en las personas de edad avanzada son: los procesos infecciosos que provocan un aumento de las pérdidas de agua, la restricción de la movilidad que dificulta el libre acceso al agua, el uso de determinados fármacos con efectos diuréticos, y la pérdida de la sensación de sed que acompaña al propio proceso de envejecimiento y puede agravarse por algunos medicamentos o por el deterioro cognitivo.
Los niños, los más afectados
El riesgo de deshidratación también es importante entre los niños y adolescentes, de hecho, serían la población más afectada por este problema. Un estudio publicado recientemente, coordinado por Luis Moreno, también miembro del instituto y uno de los autores del estudio, revela que hasta un 70% de los niños y adolescente ingieren diariamente menos agua de la recomendada por la EFSA.
Este estudio también mostró otros malos hábitos relacionados con la ingesta de líquidos. Un 40% de los niños y un 50% de los adolescentes toman bebidas azucaradas diariamente, siendo las bebidas a base de zumo de frutas las que más contribuye a este porcentaje. Asimismo, un 20% de los adolescentes ingieren sólo un vaso de agua al día. Los investigadores también identificaron que es durante las comidas cuando los niños y adolescentes ingieren la mayor parte del líquido que toman durante el día.
"Es importante fomentar una buena disponibilidad de agua en las casas y escuelas, sobre todo ahora que ya aprieta el calor y aumenta el riesgo de sufrir deshidratación, y que los padres no sean permisivos con el consumo de bebidas azucaradas, que los niños y adolescentes deberían ingerir sólo ocasionalmente", aconseja Moreno.