Los ginecologos están preocupados por la calidad, la técnica y el estado de los bancos publicos de extracción de celulas madre

La SEGO edita un libro que fomenta la calidad de todos los agentes involucrados en un proceso científico de alta cualificación destinado a salvar vidas.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, SEGO, en su afán por proteger la excelencia científica y calidad de los procedimientos que ejecutan sus profesionales manifiesta su preocupación por la situación de algunos Bancos de Cordón Umbilical. En la actualidad existen siete servicios públicos en España: Barcelona, Málaga, Galicia, Madrid, Tenerife, Valencia y País Vasco. Sin embargo, a pesar de las exigencias referidas no todos cumplen el nivel de producción adecuado ni las medidas exigidas para su óptima funcionalidad. Recientemente trascendía que el criocongelador programable que permite procesar las unidades del Banco Público que se ubica en Tenerife lleva casi un año estropeado. Desde el Hospital Universitario de Canarias (HUC) han confirmado que la situación se estabilizará a lo largo del año con una nueva aportación de fondos. Sin embargo, la contingencia ha provocado que sólo se estén recogiendo los cordones de sangre umbilical que se guardan para otro miembro de la familia con una determinada enfermedad.

La rápida gestión de Consejo de Ministros que aprobó con carácter de urgencia el Real Decreto-Ley que regula las normas de calidad y seguridad para la donación, obtención, evaluación, procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de células y tejidos humanos, ha evitado que exista un vacío legal en un país que es líder en materia de donación y trasplantes de órganos. España cuenta actualmente con cerca de 60.000 unidades de sangre de cordón almacenadas, lo que le convierte en el segundo país del mundo en número absoluto de unidades, solo por detrás de EEUU. La nueva norma supone la trasposición de tres directivas europeas y regula todo lo relativo a la calidad y seguridad de la donación y trasplante de tejidos y células, materia entre la que se encuentran los bancos de sangre de cordón umbilical. Una obligatoridad que hace que la mayoría de los bancos privados de sangre de cordón que ofrecen sus servicios en España almacenen las muestras en otros países, para garantizar a los propietarios que podrán contar con tales muestras en el futuro en caso de necesitarlas.

Desde la SEGO se avala la importancia de la conservación de las células madre y todas las entidades involucradas. Por ello, ha reunido a un reputado equipo de profesionales de la salud para elaborar un documento científico que exponga los principales motivos para valorar la donación/conservación de las células del cordón umbilical. En esta línea, las últimas novedades científicas avalan el desarrollo de las técnicas asociadas a la renovación de los tejidos y promueven la terapia celular como una alternativa de primer orden para la obtención de elementos biológicos en el campo de la medicina regenerativa. La terapia celular permite la restauración tisular, manteniendo o mejorando la funcionalidad de un determinado órgano o sistema afectado por una determinada patología.

Entre los expertos que han trabajado en el documento Células Madre del Cordón Umbilical destacan los profesores Juan Troyano Luque, miembro de la Junta Directiva de la SEGO, Luis Madero López, Jefe de Servicio de Oncohematología y Trasplante Hematopoyético del Hospital Niño Jesús; y Luis Ortíz Quintana, Presidente de la Academia Médico-Quirúrgica Española, con los que también han colaborado investigadores del Instituto Carlos III de Madrid, el presidente de la European Bone Marrow Transplantation e importantes hematólogos, catedráticos y obstetras de nuestro país.

Las células madre poseen tres características que constituyen la base de su potencial terapéutico: son capaces de diferenciarse hacia otros tipos celulares, pueden dividirse y
hacer copias de sí mismas, y pueden colonizar, integrarse u originar nuevos tejidos. Al tratarse de células embrionarias adultas tienen una gran capacidad de diferenciación así
como de proliferación pero sin tener la problemática ética y biológica de las células madre embrionarias.

Asimismo, los especialistas destacan que las células madre del cordón umbilical tienen una mayor inmadurez y por tanto más plasticidad que las derivadas de la medula ósea o
de la sangre periférica movilizada. Además, el riesgo de trasmisión de enfermedades infecciosas es prácticamente inexistente, y "su obtención no implica molestias ni riesgos para la madre, mientras que un donante de médula ósea debe someterse a un procedimiento quirúrgico". Por otra parte, el trasplante con células madre del cordón umbilical permite que aun existiendo diferencias entre el cordón y el enfermo, la posibilidad de "enfermedad injerto contra huésped" sea menor que con otras fuentes. Igualmente, los expertos destacan que "cuando se trasplanta el cordón de un hermano compatible los resultados son muy favorables, alcanzando cifras de un 70% cuando se trata de una enfermedad congénita".

En la actualidad existe la posibilidad de realizar trasplantes con sangre de cordón umbilical en más de setenta enfermedades. En esta línea, los expertos destacan que las células madre crioconservadas mantienen su viabilidad durante décadas y ya se ha confirmado que se conservan en perfecto estado durante 25 años. Las principales dolencias para las que se están realizando trasplantes de células madre de cordón umbilical son: leucemias agudas y crónicas, cáncer de médula ósea, síndromes mielodisplásicos (anemias refractarias y leucemia mielomonocítica crónica), linfomas Hodgkin y no Hodgkin, anomalías de los eritrocitos heredadas, anemias aplásica severa y de Fanconi, desórdenes heredados de las plaquetas, trastornos mieloproliferativos, inmunodeficiencias combinadas severas, trastornos heredados del sistema inmunológico, tumores sólidos (neuroblastoma y retinoblastoma) o algún desorden metabólico heredado. Otra posibilidad terapéutica es la utilización de la sangre de cordón en el contexto de medicina regenerativa donde ya se han realizado ensayos clínicos en diferentes enfermedades tales como parálisis cerebral, enfermedad injerto contra huésped del trasplante hematopoyético, diabetes infantil, trastornos neonatales como la broncodisplasia, así como alteraciones osteoarticulares.

De cara al futuro, ya se desarrollan cientos de líneas de investigación centradas en el tratamiento de otras enfermedades con resultados prometedores en campos como la neurología o en la regeneración de tejidos como el cardiaco. En las enfermedades hereditarias se trabaja en la terapia génica, que podría corregir los defectos genéticos inscritos en la células madre trasplantadas y evitar que se reproduzca una determinada enfermedad. De este modo, los avances en los diferentes campos de investigación permiten augurar un futuro con nuevas aplicaciones terapéuticas.

Por último, cabe destacar que una muestra de sangre de cordón umbilical tiene un único uso ya que la cantidad de células madre empleada es un factor crucial para el éxito del tratamiento. En este punto, los expertos indican que los parámetros para determinar la utilidad de una muestra para su trasplante son diversos pero la celularidad del cordón determinante. Por ello, se recomienda que "la celularidad del cordón sea de al menos 25 millones por Kg de peso del receptor". Para conseguirlo "se desarrollan técnicas de expansión celular, con prometedores resultados así como utilizar procedimientos con doble cordón para incrementar el número de células madre y así las probabilidades de éxito del trasplante".

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Es un tubo que une el embrión en vías de desarrollo o feto a su placenta. Contiene arterias principales y venas (las arterias umbilicales y vena umbilical) para el intercambio de sustancias nutritivas y sangre rica en oxígeno, entre el embrión y la placenta. En el momento del nacimiento, el cordón umbilical se corta y se deja sólo una pequeña cicatriz (el ombligo).

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