La Asociación Dislexia Euskadi Elkartea y el Colegio de Logopedas del País Vasco han anunciado hoy públicamente la edición de un decálogo con consejos para docentes que trabajan con escolares con dislexia, disortografía, disgrafía y discalculia.
Tal y como señala la Dra. Isabel Molina, pediatra del centro de salud vizcaíno de Ugao-Miraballes y presidenta de Dislexia Euskadi Elkartea, DISLEBI, "con la edición de este decálogo, queremos llamar la atención, una vez más, de toda la comunidad educativa, incluyendo a las direcciones, docentes, tutores y orientadores, acerca de las necesidades específicas que tiene el alumnado que cursa desde Educación Infantil y Educación Básica hasta la postobligatoria, junto a las enseñanzas no regladas y la Universidad. El derecho a una educación efectiva que garantice el éxito y el desarrollo académico, personal, social y laboral de los niños y niñas de hoy, que serán nuestro futuro como sociedad. No podemos permitirnos seguir perdiendo generaciones de estudiantes con fortalezas indiscutibles por no procurar oportunidades reales de enseñanza y aprendizaje".
Por su parte, Antonio Clemente, presidente del Colegio de Logopedas del País Vasco, pone de manifiesto que la edición del decálogo en este momento "no sólo atiende a una necesidad puntual del actual periodo de exámenes finales, sino, más allá, de cara a la planificación del siguiente curso y los venideros. Que los profesionales de los centros educativos interioricen que con unas sencillas pautas el alumnado con dislexia, disortografía, disgrafía y discalculia puede formarse al mismo ritmo que sus compañeros. Se trata de no dejar a nadie atrás."
La decisión de elaborar este decálogo, dirigido a la comunidad educativa, viene de situaciones como la vivida por Olga López, madre de una niña con dislexia: "en cada inicio de curso nos tenemos que reunir los profesores, la tutora, etcétera, para explicar, año tras año, el problema de mi hija. Hay profesionales que atienden a esta circunstancia y ponen los medios para facilitar una enseñanza adaptada. Pero muchos otros, no. Por ejemplo, el anterior orientador le dijo a mi hija que no hiciera Bachillerato. Estas situaciones son tremendamente frustrantes y las vivimos todos los padres y madres de la asociación. Mi hija recibe clases en un centro público y quiere seguir estudiando. No se entiende que desde un centro de enseñanza se desanime a una alumna a continuar su formación".
Pese a que en el ámbito mundial se reconoce que la prevalencia de dificultades específicas de aprendizaje (DEA) está entre un 5-15 % de los niños y niñas en edad escolar, "en la base de datos del departamento de Educación del Gobierno Vasco se estima que los diagnósticos de DEA únicamente se sitúan en el 1,81 % de la población escolarizada en la Educación Obligatoria. Esto refleja claramente la invisibilidad y falta de atención que recibe el alumnado con dislexia, disortografía, disgrafía y discalculia en nuestra comunidad autónoma", señala Isabel Molina.
Diez recomendaciones de fácil aplicación
En el decálogo con consejos para docentes que trabajan con escolares con dislexia, disortografía, disgrafía y discalculia, se recogen las siguientes recomendaciones:
- Búscame: sabes que estoy en tu aula, búscame. Detecta mis dificultades, incluso antes de que empiece con la lectura. Un abordaje precoz de las dificultades fonológicas que tengo, me ayudará a mejorar mi rendimiento con la lectura
- Valora mi esfuerzo: no me etiquetes de inmaduro, vago o torpe. Compara mi proceso de aprendizaje desde mi esfuerzo para superar mis dificultades. Necesito que fomentes la paciencia y refuerces mi autoestima. Pon en valor mis avances
- Éxito: asegúrate de que todos los docentes conozcan mis dificultades y que elaboren un plan de actuación personalizado que me ayude a emprender el aprendizaje de las asignaturas con garantías de éxito
- Familia: la comunicación con mi familia es un pilar fundamental para mi desarrollo. Necesita conocer regularmente lo más relevante que debo aprender. Con su ayuda y tu colaboración, podré avanzar y afrontar desde el bienestar los retos de mi clase
- Entorno: cuida que en mi entorno tenga personas que quieran verme triunfar y ser feliz
- Planifica: planifica la actividad y la forma de enseñarme, de modo que me ayude a conseguir logros. Mi dificultad con la lectura precisa que selecciones unos recursos educativos que se ajusten a mis necesidades y estilo de aprendizaje
- Recursos: selecciona los aspectos relevantes y esenciales del contenido que tengo que aprender. Bríndame recursos informáticos y técnicos adecuados a mis dificultades. Aprendo mejor en grupos pequeños de iguales, estables y duraderos
- Facilita: incluye imágenes o gráficos en los enunciados de un texto escrito. Facilítame el uso de un ordenador con lector de texto y reconocimiento de voz. Léeme las preguntas antes de una prueba y asegúrate de que las he comprendido
- Tiempo: necesito más tiempo para las tareas escritas y de lectura. Puedo realizar la prueba con menor número de preguntas, con respuestas cortas o en varios días
- Aprendizaje: la evaluación es parte del proceso de aprendizaje y el resultado queda condicionado en gran parte por la metodología de la enseñanza. Una prueba no es una carrera, solo una vía que ayuda a un docente a comprobar si se han adquirido ciertos aprendizajes