El pasado domingo 21 marcó el inicio del verano, un periodo que pone a prueba la salud bucodental de la mayor parte de la población debido a los desplazamientos, los cambios en los hábitos alimenticios o la deshidratación entre otras causas, sin embargo son los niños los que experimentan un mayor número de problemas bucodentales.
El verano y las vacaciones están inevitablemente ligados a un deterioro de la higiene dental de los niños, ya que disfrutan de más tiempo libre, que generalmente invierten en actividades fuera de casa, como los campamentos o las excursiones. El cepillado diario pasa a ser menos frecuente y los niños tienden a consumir más alimentos azucarados, como los helados o las bebidas que favorecen la aparición de caries.
Del mismo modo, la actividad física de los niños favorece la deshidratación, que reduce el flujo salivar e influye en el ataque de bacterias y ácidos, que atacarán a los dientes. Para evitar ese ataque, es fundamental llevar a cabo una higiene correcta después de cada comida. Otro factor que influye en la salud bucodental es el incremento de traumatismos dentales, un problema común en los niños. En el caso de que un niño se dé un golpe y se le caiga un diente, nuestros especialistas de Sanitas Dental recomiendan ponerlo en un vaso de leche y antes de que pasen dos horas, acudan a uno de nuestros Centros Dentales Milenium Dental.
La doctora Alma Fernández Arias, DIRECTORA MéDICA DE SANITAS DENTAL, destaca la importancia de la prevención en verano en lugar de los tratamientos posteriores. ``El verano es un periodo complicado para la salud dental de los niños ya que hay muchos desplazamientos y los helados, y las bebidas azucaradas son habituales, por lo que es fundamental que cuiden su higiene bucodental´´, concluye la doctora.
Del mismo modo, se recomienda no interrumpir las revisiones al dentista durante el verano, mantener el cepillado diario después de cada comida y no abusar de los alimentos azucarados.