XX Reunión Anual de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) - Bilbao 16-18 de abril de 2015 -

Los nuevos biomarcadores en el niño con fiebre facilitan la identificación de enfermedades graves

La fiebre supone entre el 10 y el 20% de las visitas en una consulta de pediatría. Son más frecuentes en niños entre los 3 y los 36 meses
Aunque en la mayoría de las veces la fiebre se debe a cuadros virales, que cederán en dos o tres días , la familia acude preocupada ante la posibilidad de que su hijo tenga una enfermedad grave
Algunos pacientes tienen mayor riesgo de tener una infección grave. Identificarlos es una labor muy importante para el pediatra de urgencias y no siempre es sencillo:  Por un lado, estos niños acuden de forma cada vez más rápida a Urgencias cuando el cuadro no está completamente establecido y por otro, muchos de estos niños son muy pequeños, cuando estas infecciones son más frecuentes y producen menos síntomas.

La fiebre supone entre el 10 y el 20% de las visitas en una consulta de pediatría. Son más frecuentes en niños entre los 3 y los 36 meses; en esta franja de edad, los niños suelen sufrir de 4-6 episodios febriles al año, especialmente si asisten a la guardería. Tal y como asegura Santiago Mintegi, responsable de Formación e investigación  del Servicio de Urgencias de Pediatría del Hospital Universitario Cruces y coordinador de la  Red de Investigación de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría  "es muy habitual que un niño tenga fiebre. De hecho, es frecuente que una familia acuda a Urgencias porque su hijo tiene fiebre, sobre todo si es pequeño".

Aunque en la mayoría de las veces "la fiebre se debe a cuadros virales que cederán en dos o tres días", asegura Santiago Mintegi, "la familia acude preocupada ante la posibilidad de que su hijo tenga una enfermedad que pueda ser grave. Esto último es muy raro", asegura el experto en el marco de la XX Reunión Anual de la SEUP (Sociedad Española de Urgencias Pediátricas)

A pesar de la rareza, el experto subraya que "es cierto que algunos pacientes tienen mayor riesgo de tener una infección grave. Identificarlos es una labor muy importante para el pediatra de urgencias y esto no siempre es sencillo. Por un lado, estos niños acuden de forma cada vez más rápida a Urgencias cuando el cuadro no está completamente establecido. Por otro, muchos de estos niños son muy pequeños, cuando estas infecciones son más frecuentes y producen menos síntomas."

Debido a este proceso, Santiago Mintegi aclara que "en algunos grupos de pacientes, el pediatra decide realizar algunos análisis de sangre, conocidos como reactantes de fase aguda o biomarcadores. Es un paso necesario en el tratamiento de los niños con fiebre para ser más precisos en el diagnóstico".

De la misma forma que la sociedad evoluciona "también lo hace la investigación en el mundo de la urgencia pediátrica", puntualizada el especialista. "En los últimos años, la investigación en biomarcadores en niños con fiebre ha evolucionado de manera sustancial  lo que ha facilitado que hoy en día dispongamos de herramientas que nos faciliten la identificación de niños con fiebre que pueden tener una enfermedad grave".

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