En el marco de la celebración del Día Mundial del Lupus, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha querido reivindicar la importancia de la fotoprotección para los afectados por esta enfermedad autoinmune.
La afectación cutánea en esta patología es importante y típica, siendo de gran ayuda a la hora de establecer el diagnóstico. En la mayor parte de los casos predomina en zonas expuestas y se ve claramente influenciada por la radiación lumínica, de ahí la recomendación de los expertos de realizar una protección solar intensa y permanente.
Esta patología puede presentarse bajo tres situaciones distintas: lupus eritematoso crónico o lupus cutáneo, que muestra su agresividad en la piel pero que tiene poca trascendencia sistémica; lupus eritematoso sistémico, que es un proceso de afectación multiorgánica en el que también se ve implicada la piel pero en el que es más trascendente la afectación articular y renal, y lupus subagudo, que es una situación intermedia que puede permanecer como tal o progresar a alguna de las dos formas anteriores.
Otras formas de lupus son la paniculitis lúpica, por afectación del tejido celular subcutáneo; el lupus neonatal por transferencia de anticuerpos de la madre afecta, y que puede producir bloqueo cardiaco en el bebé, y el lupus inducido por drogas.