Cada día desde el 7 hasta el 14 de julio, a primera hora de la mañana, los medios de comunicación publican el parte de heridos en el encierro de San Fermín que ha tenido lugar apenas unos minutos antes. Cinco heridos, uno por asta de toro, reza el parte de hoy 13 de julio. Muchos de esos heridos son atendidos casi a vida o muerte en la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de Navarra, sobre todo cuando hay hemorragia por la afectación de alguna arteria.
"Durante las fiestas de San Fermín se registra un notable incremento en el número de personas que visitan la ciudad de Pamplona. Es por ello que la actividad de nuestra unidad crece cerca de un 20% por estas fechas, en gran medida por intervenciones urgentes relacionadas directamente con los encierros y las corridas de toros, pero también por otras intervenciones no directamente vinculadas con los mismos (ictus, sangrados, etc.)", sostiene el doctor Íñigo Insausti, jefe de la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de Navarra y miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), que destaca que, aunque no se realiza un aumento específico de personal para los encierros, durante estos días de fiestas siempre hay tres radiólogos intervencionistas de guardia "que permiten sacar adelante todo tipo de emergencias, tanto de intervencionismo periférico como de neurointervencionismo". Además, añade, algunos radiólogos intervencionistas también trabajan en la enfermería de la plaza de toros de Pamplona, donde aportan su conocimiento "al excepcional equipo de profesionales médicos y de enfermería que trabajan sin descanso durante estas fiestas de San Fermín".
Como explica el doctor Insausti, en los encierros y en las corridas de toros de los sanfermines, la lesión más popular es la cornada por asta de toro, en la cual la radiología intervencionista tiene "un papel limitado", ya que la mayoría de estos pacientes necesitan una cirugía abierta urgente. Sin embargo, añade, en los casos de cornada con afectación arterial (generalmente de los ejes ilíacos y/o de las extremidades inferiores) la colocación urgente de un balón tipo "Reboa" en la bifurcación aórtica por parte de los radiólogos intervencionistas "puede ser vital para que el corredor de los encierros o el torero pierda la menor cantidad de sangre posible y pueda llegar al quirófano en las mejores condiciones". De hecho, apunta el experto, en la enfermería de la plaza de toros de Pamplona se cuenta desde este año con un balón "Reboa" que puede ser utilizado ante cornadas que produzcan lesiones arteriales tanto a los corredores del encierro como a los toreros en las corridas de toros de las tardes.
Según destaca el especialista, la Radiología Intervencionista realiza intervenciones "menos invasivas y con menor tasa de complicaciones" que la cirugía convencional en pacientes con traumatismo cerrado y sangrado arterial activo de diferente localización, como muchas de las que suelen darse durante los sanfermines, permitiendo, además, que los pacientes tengan "una recuperación más rápida y con una menor estancia hospitalaria".
Pese a este importante papel, el doctor lamenta que los pacientes y la población en general "no conozcan bien" la función "fundamental" que los radiólogos intervencionistas juegan en el diagnóstico y tratamiento mínimamente invasivo de múltiples patologías, dentro siempre del trabajo diario que realizan los equipos multidisciplinares de los hospitales. "Creo que la Radiología Intervencionista es la cirugía no ya del futuro sino del presente, y que en muchas patologías va a sustituir completa o parcialmente a la cirugía convencional", concluye.