Los test genéticos sin interpretar "puede ser un shock para la persona que la recibe"

Adquirir pruebas genéticas, vía internet o en una gran superficie sin mediación de un médico, ya plantea en la actualidad cuestiones éticas y legales

Los secretos de nuestro ADN ya se encuentran a tan sólo unos pocos clics de distancia, gracias a la creciente oferta de test genéticos que pueden encargarse fácilmente por internet. ¿Estamos preparados para comprender una información tan compleja? ¿Son útiles estas pruebas sin el asesoramiento de profesionales? Estas son algunas de las cuestiones analizadas en la última jornada de la Cátedra Fundación QUAES-UPV, donde especialistas y profesionales del sector han dado respuestas a las incógnitas que acompañan a esta nueva industria de los servicios genéticos a la carta.

"Toda persona tiene derecho a conocer su genoma, ya que puede darle información valiosa para adoptar hábitos y costumbres que puedan ayudarle a mejorar su calidad de vida", ha afirmado el Dr. Javier Benítez, director del Programa de Genética del Cáncer del CNIO y moderador de la jornada, que han contado con la participación del Dr. Jose María García-Sagredo, Académico de la Real Academia de Medicina, y del Dr. Diego Arroyo, director General Progenie Molecular.

Igualmente, el experto también ha advertido sobre la incertidumbre que estas pruebas pueden generar en los usuarios y las cuestiones éticas que implica su uso: "La genética es muy compleja, por lo que la visión de esta información puede provocar cierta confusión. Tomemos por caso un test que identifica la susceptibilidad a algún tipo de cáncer o a una enfermedad como la esquizofrenia. Sin un genetista que interprete estos datos, el resultado puede ser un shock para la persona que lo recibe".

Junto a este análisis de pros y contras, la información que se proporciona a los usuarios de estos test genéticos ha sido otro de los puntos más debatidos durante la jornada. "Este tipo de pruebas lo que realmente identifican es alguno de los genes que aumentan la susceptibilidad a ciertas enfermedades o riesgos para la salud como, por ejemplo, la obesidad o riesgo de infarto, pero siempre en términos de probabilidades, no ofrecen un diagnóstico ni cuentan con la validación científica genética adecuada en la mayoría de los test", ha afirmado el Dr. Benítez.

Hacia una cultura de la genética

La necesidad de proporcionar mejor información para los usuarios por parte de los medios de comunicación, así como el papel de especialistas y laboratorios en la divulgación de la genómica, han sido otros de los temas protagonistas durante la cita. Unas cuestiones que, en opinión de los expertos, van a ser ineludibles en los próximos años: "Desde que en el año 2000 se publicó el borrador del genoma humano, ha habido una explosión en la investigación del ADN. Desde entonces, la genómica y la genética cada vez tienen más peso en la vida del ciudadano", ha explicado el Dr. Benítez, recordando que esta labor divulgativa es más importante si cabe ante la ausencia de un marco legislativo que ampare este tipo de estudios.

"Una prueba genética puede comprarse fácilmente por internet o en una gran superficie. Por eso, es vital darle al ciudadano toda la información necesaria sobre el uso de este tipo de pruebas y seguir sensibilizando con iniciativas como las desarrolladas por Fundación QUAES. Los test genéticos han llegado para quedarse", ha concluido el experto.

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