Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Estas patologías están detrás del 45% de las muertes que se registran en Europa y suponen un coste sanitario de 210.000 millones de euros a la Unión Europea, según los datos de la European Heart Network.
En este contexto se desarrolla el proyecto CARDIOPATCH, una iniciativa cofinanciada por el Programa Interreg Sudoe de la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), que busca abrir nuevas vías para el tratamiento del infarto de miocardio y aportar soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes.
Liderado por la Clínica Universidad Navarra (CUN), el proyecto cuenta con la participación de nueve entidades especializadas en cardiología, terapia celular, nanotecnología, impresión en 3D, bioingeniería y transferencia tecnológica procedentes de España, Francia y Portugal.
En concreto CARDIOPATCH, que celebró su kick off meeting los días 15 y 16 de diciembre y se prolongará hasta abril de 2023, se centrará en el desarrollo de un parche "inteligente" con capacidad de regenerar los tejidos dañados por un infarto.
Para conseguirlo, los socios del proyecto trabajarán partiendo de un parche de fibras de colágeno impregnado de células madre mesenquimales procedentes de la grasa, que se encuentra en la primera fase de un ensayo clínico en pacientes con cardiomiopatía isquémica crónica. El equipo de especialistas de CARDIOPATCH optimizará el beneficio terapéutico de ese parche mediante técnicas de modificación genética y reprogramación celular.
"Para el diseño de la nueva solución vamos a modificar genéticamente las células madre mesenquimales procedentes del tejido adiposo con micro-ARNs y vectores virales que induzcan la expresión de proteínas pro-angiogénicas y cardioprotectoras. Esto estimulará la formación de nuevos vasos sanguíneos en la zona dañada del corazón y favorecerá su reparación", explica el director del Área de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra y responsable científico del proyecto, Felipe Prósper.
Asimismo, se potenciará la capacidad regenerativa de la membrana de colágeno del parche introduciéndole cardiomiocitos, que son las células que forman el músculo cardíaco. "Estas células serán generadas mediante técnicas de reprogramación celular derivadas de células madre pluripotentes inducidas, es decir, células madre creadas artificialmente", agrega el experto.
Además de la validación terapéutica de este nuevo parche, el proyecto contempla desarrollar otros dos productos médicos: un dispositivo 3D enrollable que facilite la implantación del parche en el paciente de forma menos invasiva que las terapias actuales y un sistema 3D para generalizar su producción y facilitar su transporte. "La técnica quirúrgica actual para implantar el parche en un paciente es por toracotomía. Nuestro objetivo es desarrollar un dispositivo 3D enrollable que permita su implantación mediante una mini-toracotomía. Así, mediante el nuevo diseño del parche en un formato enrollado, podremos introducirlo a través de una pequeña incisión y dirigirlo a la zona dañada del corazón. Una vez allí, desplegarlo y acoplarlo a lesión cardíaca para activar su regeneración", señala Prósper.