En el marco de la LXXIV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que se ha celebrado en Sevilla, más de 3.000 expertos nacionales e internacionales han debatido acerca de los últimos avances en el ámbito de la neurología. En este contexto, la compañía farmacéutica Angelini Pharma ha organizado un simposio para abordar las novedades más recientes en el tratamiento de la epilepsia y realzar la importancia de seguir avanzando en su investigación.
La epilepsia es una enfermedad crónica que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo y supone una de las enfermedades neurológicas más frecuentes. Solo en España se estima que más de 400.000 personas sufren epilepsia, lo que supone una elevada carga tanto para los pacientes y sus familias como para el sistema sanitario. En este sentido, los expertos han coincidido en subrayar la importancia de la personalización de los tratamientos y el seguimiento cercano de los pacientes para alcanzar el éxito terapéutico.
Según el Dr. Jesús Porta, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología y jefe de Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "en los últimos años hemos vivido un cambio en las consultas de neurología especialmente relacionado con los cambios que está experimentando la sociedad. Las personas se han vuelto más dinámicas y activas y, por tanto, requieren tratamientos que mejoren la enfermedad y disminuyan la tasa de efectos secundarios que pueden limitar su integración en una vida normal".
Por tanto, añade el experto, "el reto estará en diseñar tratamientos personalizados o de precisión, que en unos casos actúen sobre la etiopatogenia modificando la enfermedad y en otros sobre la fisiopatología y, además, que se adapten a las características de la persona. Y esto solo será posible con la llegada de nuevos fármacos y otras opciones terapéuticas que atiendan a tres criterios fundamentales: la eficacia, la reducción de lpeeling os efectos secundarios y su capacidad de mejorar otras comorbilidades asociadas a la enfermedad". En el caso de la epilepsia "el diagnóstico es complejo y el paciente requiere un tratamiento adecuado, de ahí la necesidad de seguir creando unidades especializadas que cuenten con las técnicas diagnósticas necesarias y todos los recursos necesarios para tener una visión lo más completa posible de la patología", argumenta el Dr. Porta.
Necesidades médicas no cubiertas en epilepsia
Durante el encuentro, los expertos han puesto el foco en la epilepsia farmacorresistente, es decir, en aquellos pacientes que pese a haber sido tratados previamente con al menos dos fármacos anticrisis, no han logrado controlar sus crisis. Esta condición afecta aproximadamente al 40% de los pacientes con epilepsia, lo que evidencia una necesidad médica todavía no cubierta.
El objetivo terapéutico de los tratamientos consiste en alcanzar la libertad de crisis, sin embargo, la probabilidad de alcanzarla disminuye drásticamente con cada fármaco fallido. Las personas con crisis no controladas tienen una peor calidad de vida, más comorbilidades asociadas, mayor riesgo de caídas y lesiones y un mayor riesgo de mortalidad. Las crisis dificultan el día a día de las personas con epilepsia en su ámbito laboral social y familiar.
Para la Dra. Mar Carreño, directora de la unidad de epilepsia del Hospital Clínic de Barcelona y presidenta de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP), "estos pacientes precisan tratamiento con varios fármacos, cuyos efectos adversos se pueden sumar y empeorar la calidad de vida. El reto es realizar un tratamiento racional con la mayor eficacia posible y que se tolere bien".
Además, los expertos han debatido sobre las nuevas opciones terapéuticas que han aterrizado recientemente en la práctica clínica española para mejorar el control de las crisis, destacando la eficacia clínica y seguridad del recientemente aprobado Ontozry® (cenobamato). Este nuevo medicamento anticrisis cuenta con un mecanismo de acción único, dual y complementario, y está indicado para el tratamiento concomitante en adultos con crisis de inicio focal con o sin generalización secundaria que no han sido controlados de forma adecuada a pesar del tratamiento previo con al menos dos fármacos anticrisis.
La Dra. Carreño apunta que "cenobamato posee una eficacia que no habíamos visto hasta ahora para controlar o bajar de forma muy importante la frecuencia de crisis en epilepsia farmacorresistente. Se ha empleado en ensayos clínicos y también dentro de programas de uso compasivo en pacientes con epilepsias muy rebeldes y los resultados han sido muy buenos. Cerca de un 30% de los pacientes pueden alcanzar la libertad de crisis tomando este tratamiento, y muchos se quedan casi sin crisis, lo que tiene un gran impacto en su vida diaria".
Por su parte, Dña. Elena Alvarez-Barón, directora de Asuntos Médicos de la mencionada compañía, ha asegurado que "la epilepsia farmacorresistente tiene un impacto devastador en la vida de los pacientes y sus familias y, ante un reto sociosanitario tan urgente, debemos aunar esfuerzos para atender las necesidades médicas todavía no cubiertas. Nuestro compromiso con el avance de la investigación y la cooperación con la comunidad científica seguirá centrado en mejorar la salud del cerebro "Brain Health" y, por tanto, en el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas que mejoren la vida de las personas que sufren enfermedades neurológicas".
Acerca de la epilepsia
La epilepsia es una enfermedad neurológica, generalmente crónica, caracterizada por la predisposición continuada a la aparición de crisis epilépticas espontáneas, que ocurren debido a una actividad neuronal anormal en el cerebro y por las consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales asociadas a dicha alteración.
Se estima que más de 50 millones de personas en todo el mundo padecen epilepsia. A nivel europeo se estima que seis millones de personas sufren epilepsia. En España, aproximadamente 400.000 personas padecen esta enfermedad. Aproximadamente el 40% de los pacientes con epilepsia presentan crisis epilépticas no controladas a pesar del tratamiento previo con al menos 2 medicamentos anticrisis, lo que se denomina epilepsia farmacorresistente.