El Hospital USP San Camilo de Madrid ha organizado una jornada quirúrgica de suelo pélvico e incontinencia urinaria de esfuerzo en la que han sido intervenidas exitosamente doce pacientes de entre 55 y 85 años con una novedosa técnica.
En el transcurso de la jornada un grupo de médicos españoles, franceses y portugueses han tenido ocasión de comentar en directo las intervenciones quirúrgicas.
Esta cirugía consiste en reconstruir y fortalecer los músculos y membranas debilitados del suelo pélvico, utilizando para ello dispositivos de soporte con mallas de material biocompatible y que han sido ingeniosamente diseñadas para una fácil colocación y tolerancia para la paciente. La operación se trata de una cirugía mínimamente invasiva que no suele tener complicaciones. El alta hospitalaria varía, según la severidad del prolapso y su posible asociación con incontinencia, de 24 a 72 horas.
Según ha explicado el Dr. Juan Evangelista Ruiz de Burgos, urólogo del Hospital USP San Camilo, las mallas utilizadas "son materiales de última generación porque son ajustables a la anatomía de cada paciente, permiten una cirugía menos invasiva, con una mínima incisión, que mejora su calidad de vida y en la que se minimizan los riesgos intraoperatorios".
El prolapso o descolgamiento de suelo pélvico se manifiesta en forma de problemas urinarios, intestinales o sexuales, que se acrecientan con la edad y, en ocasiones, pueden tener consecuencias severas. Esta patología, a la que se asocia la incontinencia urinaria, tiene en la actualidad mejor solución gracias a los nuevos materiales con los que se realiza la intervención quirúrgica, que permiten que la cirugía sea mínimamente invasiva y, por tanto, la recuperación se produzca en un tiempo menor.
Un tercio de mujeres sufren prolapso de suelo pélvico. La mayoría de ellas siente vergüenza a comunicar y a tratar el problema porque creen que es normal a su edad. Su calidad de vida se ve, además, afectada porque evitan actividades cotidianas como ir al cine, salir a cenar o pasear. Se trata de un tema tabú para muchas de ellas ya que el prolapso de suelo pélvico va asociado al control de la orina y los esfínteres.