Las novedades introducidas en los dispositivos y materiales necesarios para la cirugía contra el prolapso de suelo pélvico hacen que estas intervenciones, que se realizan mediante técnicas mínimamente invasivas, sean actualmente aptas para cualquier edad.
Según explica el Dr. Juan Evangelista Ruiz de Burgos, urólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, las intervenciones para corregir el descolgamiento de esta zona no tienen edad. De hecho, recientemente, se han operado con éxito a cinco pacientes de entre 70 y 89 años en este centro hospitalario.
El suelo pelviano es un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios que permiten el soporte y control del útero, la vagina, la vejiga urinaria, la uretra y el recto. Dar a luz, sobre todo si se trata de niños de un peso elevado o los partos múltiples, la menopausia, el estreñimiento crónico, determinados trabajos y enfermedades, además de factores genéticos, son factores que facilitan el debilitamiento del suelo pélvico hasta llegar a provocar el denominado prolapso pélvico, un descenso o descolgamiento aislado o en conjunto del recto, vejiga o del útero por debajo de su posición normal, que presiona sobre las paredes de la vagina hasta llegar a provocar un abultamiento que en la mujer se nota incluso de manera externa.
Alrededor de seis millones y medio de personas sufren incontinencia urinaria en mayor o menor grado en España. Los trastornos del suelo pélvico predisponen a las mujeres a una serie de síntomas que comportan una pérdida en la calidad de vida, como la pérdida involuntaria de orina, las infecciones de orina o dificultades en las relaciones sexuales. Concretamente, en la época estival la incontinencia urinaria afecta más si cabe a las mujeres al estar más horas fuera de casa, al viajar más y al estar en situaciones nada cómodas para este problema como pueden ser las inmersiones acuáticas.