Se acerca la Navidad y, con ella, uno de sus clásicos: las comidas copiosas. Con motivo de esta fecha especial, es habitual la elaboración de platos variados y de gran aporte calórico que se consumen en cantidades mayores a lo acostumbrado. Además, también se incrementa en un 25% el consumo europeo de bebidas alcohólicas.
Los malos hábitos alimenticios, de hecho, son una de las principales causas de las afecciones relacionadas con el tracto digestivo, que afectan a cerca del 50% de la población. En ocasiones en las que se altera la dieta para incorporar alimentos menos saludables y con mayor frecuencia, como ocurre en Navidad, el aparato digestivo es uno de los primeros en sufrir las consecuencias.
Algunos trastornos gastrointestinales pueden ser leves, como la acidez, las digestiones pesadas o la hinchazón abdominal, pero también pueden acentuar enfermedades como el síndrome del intestino irritable (SII), una patología que afecta a cerca del 15% de la población, especialmente a mujeres de entre 25 y 45 años, y para la que el tratamiento con probióticos está demostrando ser especialmente eficaz.
Los síntomas clínicos del SII coinciden con episodios pasajeros derivados de atracones, sin embargo, se trata de un trastorno funcional crónico que puede tener un impacto significativo para la vida de los pacientes. De hecho, según la Fundación Española del Aparato Digestivo, se trata de la segunda causa de absentismo laboral tras el resfriado común.
Para poder disfrutar de una comida navideña sin complicaciones, a pesar de tener SII, desde Farmasierra han lanzado ocho consejos que pueden ser de utilidad para facilitar el proceso de digestión.
- Controla las cantidades: algunos trucos como comer en platos pequeños, de tonalidades azules o verdes, pueden ayudarte a disminuir las raciones.
- Come despacio para ayudar a la digestión: al masticar bien los alimentos, llegan al estómago mucho más triturados, lo que provoca que gastemos menos energía al digerirlos.
- Ojo con los dulces navideños. En la medida de lo posible, procura que los turrones, polvorones y otros dulces navideños sean caseros o artesanales con bajo contenido en aceite y sin lactosa.
- Intenta evitar alimentos ricos en grasas, fritos, cítricos o verduras como las espinacas: en Navidad es tentador comer carnes procedentes del cerdo o el cordero. Selecciona aquellas carnes o partes de la carne que tengan menos contenido en grasas y evita los fritos. Además, los cítricos y verduras como las espinacas pueden tener un efecto laxante, por lo que conviene evitarlas.
- Bebe por lo menos dos litros de agua. Es importante mantener la hidratación en caso de experimentar diarreas y ayuda igualmente al correcto funcionamiento del intestino en caso de estreñimiento.
- Sustituye bebidas como el café y el té por infusiones suaves, que no tengan efecto laxante.
- Evita también los refrescos con gas.
- Ayúdate con prebióticos y probióticos: la cepa 35624 de Bifidobacterium longum presente en Alflorex, ha demostrado ser eficaz en el alivio de los síntomas del intestino irritable. Alflorex puede tomarse en cualquier momento del día y te ayudará a cuidar tu intestino.