Ciertos hábitos saludables ayudan a recuperar la figura tras el parto

El embarazo es un periodo en el que el cuerpo de la mujer experimenta grandes cambios y un enorme desgaste, especialmente, después del nacimiento del bebé. Por ello, una de las mayores preocupaciones de las mujeres tras ser madres es recuperar su figura cuanto antes, ya que lo más habitual tras el parto es quedarse con algunos kilos de más, notar flacidez en el vientre, la cadera más ancha, etc.

Ciertos hábitos saludables ayudan a recuperar la figura tras el parto

La recuperación posparto es un proceso que debe abordarse sin prisas. No existen atajos a la hora de recuperar el peso ideal y, según explica Belén Benito, farmacéutica de Laboratorios Suavinex, "durante las seis semanas que siguen al parto es desaconsejable hacer dieta, ya que puede ser perjudicial tanto para la madre como para el bebé".

Además, según afirma la experta, "dar el pecho al bebé ayuda a la mujer a recuperar su peso con mayor facilidad, dado que con la lactancia materna la madre utiliza depósitos de grasa acumulados durante el embarazo para producir leche, por lo que es más fácil eliminar grasas".

Además de la dieta saludable, la ingesta de líquidos es otro punto al que debe prestarse especial atención. Beber mucha agua, al menos dos litros diarios, ayuda a hidratar la piel y es una aliada para recuperar su luminosidad y tersura, previniendo su envejecimiento prematuro.

Por otro lado, una vez finalizada la cuarentena es conveniente recuperar la actividad física de forma progresiva. Puede empezarse con paseos cortos para, poco a poco, introducir otras actividades enfocadas a la recuperación del suelo pélvico, como la gimnasia abdominal hipopresiva, aconsejable tanto si el parto ha sido natural como por cesárea.

Además, en esta primera etapa, resulta beneficioso prescindir del uso de fajas abdominales, permitiendo así la activación de la musculatura, lo que ayuda a tonificar la zona y a recuperar la sujeción natural de los tejidos. Pasado un tiempo prudencial, puede iniciarse la práctica de otro tipo de ejercicios.

A la hora de la ducha es preferible evitar el agua demasiado caliente. En este sentido, la farmacéutica recomienda que "es mejor usar agua templada, con un chorro rápido fresco al final para tonificar y reafirmar la piel".

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