Con la vuelta al cole vuelven los temidos piojos

Con la inminente vuelta al colegio de los más pequeños de la casa, vuelve la preocupación por los piojos. Aunque la pediculosis (infestación por piojos) no causa trastornos graves, resulta muy molesta y posee una gran capacidad de contagio, lo que la convierte en uno de los problemas de salud más frecuentes entre los niños.

Si se notan picores, lo primero es revisar el pelo con detalle

Pero la pediculosis no solo es un problema exclusivo de los niños. En este sentido, la Dra. Aurora Garre, asesora médica de Laboratorios Cinfa, ha recordado que "nadie está a salvo de los piojos. Si bien se dan más casos en menores de entre 3 y 11 años, pueden infectar a personas de todas las edades, independientemente de que estas tengan el pelo corto o largo, rizado o liso, etc. y por muy limpio y cuidado que lo lleven".

Además, la creencia popular que asocia a los piojos con la falta de higiene es totalmente falsa. Según la experta, "el hecho de tener piojos no quiere decir que una persona tenga el pelo sucio. Al contrario, estos insectos prefieren el pelo limpio y sobreviven en el agua, así que, por mucho que nos lavemos el pelo, no los prevenimos ni conseguimos ahogarlos. Por esta razón, no hay que avergonzarse de sufrirlos, y debemos informar cuanto antes a los familiares y, en el caso de los niños, a los profesores, ya que es la única forma de controlar y evitar los contagios, tan frecuentes en los colegios".

En cuanto al tratamiento, la Dra. Garre ha señalado que "si notamos picores, lo primero es revisar el pelo con detalle. Para ello, lo más conveniente es recurrir a una lendrera, un peine de púas metálicas muy juntas, con el que podremos peinar cada mechón y arrastrar liendres o piojos. Para hacerlo todavía más fácil, se recomienda humedecer el cabello, ya que en este entorno los piojos se mueven más lentamente, y colocar un paño blanco sobre los hombros del niño, para poder ver los piojos cuando caigan. En el caso de pelos rizados, también es útil un tratamiento acondicionador o una mascarilla que nos facilite la tarea". Si se confirma la presencia de piojos vivos en la cabeza es necesario aplicar un tratamiento pediculicida.

Pero estos tratamientos deben utilizarse solo en casos de infestación. "Si no hay piojos, no tiene sentido aplicar un pediculicida, ya que no tiene efecto preventivo y, usado de este modo, podría terminar generando resistencias. Para estos casos, existen repelentes específicos", ha explicado la experta.

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