Permitir que los niños escojan las verduras aumenta su consumo

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR), permitir a un niño pequeño que elija qué verdura le gustaría comer ayuda a aumentar el consumo de estos alimentos hasta en un 80% en la población infantil.

El sabor amargo del calcio, muy presente en verduras como las espinacas, las acelgas, la col, la cebolla, el cardo o el brócoli, puede influir de forma negativa en el consumo infantil. La investigación también ha revelado que la sensibilidad de los pequeños hacia el sabor amargo de los glucosinolatos contenidos en las verduras puede ser una de las causas de que muchos niños rechacen las verduras.

El estudio evaluó la eficacia de una estrategia denominada "provisión de elección", consistente en permitir a los pequeños elegir en cada comida qué tipo de verduras deseaban tomar. Comprobaron que, de este modo, el consumo de verduras aumentó hasta en un 80%.

Los investigadores también detectaron que los menores a quienes se les permitió elegir qué verdura deseaban comer ingirieron 20 gramos más (la ración de verduras que se les sirvió fue de 150 gramos), lo que supone una media de 40 gramos más al día entre comida y cena.

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