Las infecciones urinarias mal atendidas, recurrentes o no tratadas podrían ser un factor que posibilite la presencia de insuficiencia renal, una enfermedad que de manera regular, es diagnosticada cuando su estado es avanzado o crítico, debido a que quienes la padecen restaron importancia a los síntomas o los dictámenes médicos previos.
Una buena parte de la población continúa automedicándose, tomando tratamientos alternativos o remedios caseros que únicamente aplazan la recuperación, e incluso, podrían agravan la infección al permitir un mayor acumulamiento de bacterias.
Tan pronto se advierta la presencia de signos de infección renal, se debe consultar al médico y, de acuerdo a sus indicaciones, comenzar el tratamiento oportuno para evitar complicaciones y una infección crónica que puede provocar insuficiencia renal.