Del 20 al 26 de junio, la Fundación de Continencia de Australia celebra su primera Semana Mundial de la Incontinencia, bajo el lema "El ejercicio y el suelo pélvico".
Una convocatoria que ya ha tenido lugar en anteriores ocasiones bajo el impulso de la ICS (International Continence Society), organismo científico de referencia internacional que aglutina el mayor número de expertos en incontinencia.
Con motivo de esta celebración se pone en marcha la campaña Pelvic Floor First, que centra todo su esfuerzo en potenciar el ejercicio para reforzar el suelo pélvico, una parte del cuerpo fundamental para evitar la incontinencia. Algunos ejercicios pueden dañar realmente los músculos, dando lugar a problemas de control de la vejiga o el intestino por lo que la práctica debe ser controlada.
La campaña tiene como objetivo disminuir de forma importante el porcentaje de mujeres y hombres que sufren alteraciones funcionales en el suelo pélvico y, por tanto, son proclives a la incontinencia. La reeducación de esta zona permite que las estructuras pélvicas se mantengan en posición adecuada y respondan a los aumentos de presión abdominal.
La incontinencia afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo, según datos de la ICS, y solo en España afecta a 6,5 millones, pero es un problema que tiene solución o al menos se puede mejorar con ejercicios adecuados.
Las personas con mayor riesgo de sufrir incontinencia son las mujeres embarazadas, las que han tenido un bebé, aquellas que están pasando o han pasado por la menopausia, las que se han sometido a cirugía ginecológica y los hombres que han sido sometidos a cirugía por cáncer de próstata. Otros sujetos con riesgo de desarrollar el problema son los deportistas o personas que hacen ejercicio físico regular o practican alguna variante de actividad física errónea.