Hoy se ha presentado en Burgos #MuchoPorVer, la campaña de concienciación sobre degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad de la visión que afecta a más de 800.000 personas en España y es la principal causa de ceguera en personas mayores de 50 años. El programa #MuchoPorVer, puesto en marcha por Novartis, incluye charlas informativas y recursos para personas que sufren DMAE y sus familiares, además de destacar la importancia del diagnóstico temprano para controlar la enfermedad.
La iniciativa, que recorrerá las diferentes comunidades autónomas, cuenta con la colaboración de los profesionales médicos y de asociaciones de pacientes y de personas mayores. Concretamente colaboran en #MuchoPorVer la Sociedad Española de Retina y Vítreo, la Sociedad Española de Oftalmología, la asociación Acción Visión España, Mácula Retina, la Confederación Española de Organizaciones de Mayores y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España.
Durante la presentación institucional, en la que ha participado el ilustrísimo alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa Villahoz, el presidente del Grupo Novartis España, Jesús Ponce, ha apuntado que "en Novartis tenemos la misión de reimaginar la medicina para prolongar y mejorar la vida de las personas, y ponemos el foco en enfermedades como la DMAE, una de las principales causas de ceguera evitable del mundo. A todos nos quedan muchas cosas importantes por ver en nuestra vida, y por ello, no solo investigamos y desarrollamos tratamientos transformadores, sino que también trabajamos para concienciar a la población sobre esta enfermedad y la necesidad de cuidar la salud visual. Una labor que debe ser compartida entre pacientes, asociaciones, instituciones, profesionales sanitarios e industria".
La doctora Maria Isabel López, jefe de la Unidad de Retina del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y profesora asociada en Ciencias de la Visión de la UVA, subraya la importancia de llevar a cabo iniciativas para sensibilizar a la población, ya que "contribuyen a que tanto el paciente como los familiares pongan en marcha los mecanismos necesarios para detectar precozmente la aparición de la DMAE y puedan recibir a tiempo el tratamiento adecuado. Cuanto antes se actúe, más probabilidades hay de mejorar o, al menos, de conservar la visión"
La doctora López explica que "si bien, a día de hoy, no es posible evitar la aparición de la DMAE, podemos retrasar su progresión actuando sobre factores como los hábitos de vida o el tratamiento temprano. Conocer mejor la enfermedad, sus síntomas y sus signos es fundamental, ya que gracias a los últimos tratamientos se puede evitar la progresión a la ceguera de las denominadas formas húmedas y mejorar de manera significativa la calidad de vida".
El objetivo de #MuchoPorVer es transmitir, de la mano de oftalmólogos y pacientes, información sobre la DMAE, cómo prevenirla y cómo detectarla de forma temprana para evitar su evolución, así como sensibilizar sobre el impacto que tiene la enfermedad en la calidad de vida de las personas mayores, ya que la pérdida de visión causa un gran impacto emocional en las personas que la sufren. Para ello, se ha ofrecido una sesión magistral sobre la enfermedad y se han llevado a cabo diferentes actividades dirigidas a la población burgalesa, como revisiones oftalmológicas y la exhibición de una exposición gráfica sobre la DMAE.
Asimismo, se ha hecho entrega de diferentes materiales informativos sobre la DMAE, como el test que permite hacer una autoevaluación sencilla sobre la retina: la Rejilla de Amsler. Consiste en una cuadrícula con un punto central que debe mirarse a unos 30 centímetros de distancia con cada ojo. Ante la sospecha de experimentar cualquier alteración visual durante la realización del test es recomendable realizar una revisión oftalmológica completa por parte de un especialista.
Fomentar la detección temprana para evitar la evolución de la DMAE
La DMAE es una patología que afecta a la visión central, cuya prevalencia va en aumento debido al envejecimiento de la población. La DMAE húmeda es la que evoluciona de manera más rápida hacia una ceguera. Se produce cuando se forman vasos sanguíneos anómalos que crecen por debajo de la mácula, la zona de la retina responsable de la visión aguda central. Dichos vasos sanguíneos liberan fluidos que provocan daños en la mácula.
Los primeros síntomas de la DMAE húmeda son visión distorsionada y problemas para ver los objetos con claridad. El diagnóstico e intervención temprana son esenciales. A medida que la enfermedad avanza, los daños celulares aumentan, reduciendo la calidad de la visión. Esta progresión puede provocar una pérdida total de visión central, por lo que el paciente no puede conducir o reconocer caras conocidas y pierde potencialmente su independencia. Sin tratamiento, la visión puede deteriorarse rápidamente.
La doctora Maria Lourdes Macias Molinero, jefa de Sección de la Unidad de Retina del Hospital Universitario de Burgos estima que "la DMAE afecta a más de 10.000 personas en Burgos". La especialista explica que "un diagnóstico correcto y precoz de la enfermedad y la rápida instauración del tratamiento son esenciales para mejorar los resultados visuales. Para ello, es fundamental informar a la población sobre la existencia de la enfermedad y sus principales síntomas de inicio como la pérdida de la visión central, dificultad en la lectura y aparición de líneas u objetos ondulados, así como la necesidad de implementar actividades de formación en atención primaria".
"Debido al impacto sobre la calidad de vida, con pérdida de la autonomía personal para las actividades cotidianas, junto con la cronicidad del proceso y sus repercusiones socioeconómicas, la concienciación e implicación del propio paciente y sus familiares resulta de extrema importancia para realizar y cumplir con rigor los tratamientos pautados por los profesionales" afirma la doctora Macías.
Por su parte, el presidente de la asociación de pacientes Mácula Retina, Jacinto Zulueta, subraya que "la DMAE aparece en una etapa avanzada de la vida, lo que implica un aislamiento social y familiar. Es un proceso que nos priva de poder relacionarnos de manera normal a través de la visión, una de las capacidades sensitivas más importantes que tenemos. Si somos capaces de detectarla a tiempo, en los seis primeros meses, su desarrollo va a tener un impacto mucho menor, pero si retrasamos su diagnóstico, el paciente podrá llegar a perder la visión". A este respecto, Zulueta subraya la importancia de la colaboración para mejorar la prevención: "debemos buscar alianzas con otras asociaciones, con los gobiernos a todos los niveles, con sociedades científicas, con colegios profesionales, y con la industria farmacéutica para dar visibilidad al impacto de la enfermedad".