Según han alertado los expertos en unas jornadas científicas, organizadas por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), las limitaciones económicas obstaculizan el avance en el tratamiento del síndrome coronario agudo. Además, han puesto de manifiesto la necesidad de estratificar el riesgo y la restricción en el uso de determinados fármacos antitrombóticos, que los profesionales deben realizar para optimizar los recursos y adaptar su práctica clínica a las limitaciones económicas actuales.
Según se ha destacado en las jornadas, para el tratamiento de estos pacientes hay un tipo de antitrombótico establecido y, en los últimos años, han surgido nuevos fármacos antiagregantes que ofrecen un beneficio significativo y adicional para el tratamiento de estos enfermos, ya que disminuyen las complicaciones trombóticas. Aun así, se están incorporando más lentamente de lo que los profesionales querrían, con lo que los especialistas se ven obligados a segmentar los pacientes según su nivel de riesgo.
El síndrome coronario agudo es una enfermedad que afecta cada año a 120.000 personas en España y que es la primera causa de muerte en los hombres y la segunda en las mujeres, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta patología hace referencia al grupo de síntomas atribuidos a la obstrucción de las arterias coronarias.
Según ha explicado el Dr. Vicente Bertomeu, presidente de la SEC, "en los últimos años se ha experimentado una mejoría del pronóstico en los síndromes coronarios agudos, en base al tratamiento durante la fase aguda, donde la existencia de una estructura asistencial organizada y un programa específico en tratamiento del síndrome coronario agudo ha demostrado importantes beneficios en la reducción de la mortalidad y, por otro lado, gracias a la prevención en la aparición de nuevos eventos trombóticos, como consecuencia de la aplicación de nuevos antiagregantes que son más eficaces".