El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional digestivo (TFD) por el que se producen de forma habitual síntomas como el dolor y distensión abdominal (hinchazón), meteorismo y trastornos de la defecación (diarrea, estreñimiento o ambos), y que afecta a entre un 10-15% de la población, siendo cada vez más común en jóvenes e incluso niños. Pese a que el abordaje de esta patología ya se ha normalizado en adultos, en ocasiones no es lo suficientemente conocida en niños. Por estas razones, con motivo del Día Nacional del SII que se celebra mañana 21 de octubre, los expertos han querido poner el foco en los pacientes más pequeños y ayudar a dar a conocer esta patología en menores.
Los trastornos gastrointestinales funcionales tienen una prevalencia estimada del 32,4% entre la población menor de 16 años y el "dolor abdominal" supone hasta un 24% de las consultas en Gastroenterología Pediátrica. En este sentido, la Dra. Ana Ortiz, gerente del Área de Salud del Grupo Farmasierra, señala que "existe la necesidad de un mayor conocimiento de los trastornos funcionales digestivos de los más pequeños. Con un adecuado diagnóstico y tratamiento podemos mejorar la calidad de vida de los niños y, por extensión, la tranquilidad de sus padres".
Por su parte, el Dr. Guillermo Álvarez Calatayud, pediatra digestivo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, añade que "el aumento de la prevalencia de esta patología se debe, sobre todo, al mayor conocimiento por parte de los pediatras y, por consiguiente, un aumento en el diagnóstico". Además, "debemos tener en cuenta que nuestro estilo de vida actual, con una alimentación, en algunos casos, poco saludable, unido a una sobre actividad diaria en los niños, tanto escolar como extraescolar, también influye".
Por eso, en opinión del experto, mantener una relación de confianza entre pediatras, familiares y niños es un aspecto "fundamental" a la hora de diagnosticar y abordar de forma correcta el síndrome del intestino irritable (SII) en niños. No obstante, el pediatra digestivo también apunta que "es importante no hacer pruebas diagnósticas innecesarias y, sobre todo, invasivas que son requeridas con bastante menos frecuencia que en el adulto".
Cómo tratar el síndrome del intestino irritable
Los signos y síntomas de los trastornos funcionales digestivos (TFD) y, concretamente, del síndrome del intestino irritable en la infancia y adolescencia, siguen los criterios diagnósticos Roma IV específicos de la edad pediátrica aunque en el niño mayor (por encima de los 4 años de edad son muy superponibles a la de los del adulto, con dolor abdominal, distensión abdominal, meteorismo y trastornos de la defecación (diarrea, estreñimiento o ambos), afectando la calidad de vida de pacientes y familiares.
"El abordaje de los niños con SII debe ser multidisciplinar. A veces es necesario apoyo psicológico y, en ocasiones el empleo de diversos fármacos que mejoren su sintomatología", recuerda el Dr. Álvarez. Sin embargo, explica que, "salvo en casos muy concretos, no es necesario el uso de dietas restrictivas (sin lactosa, carbohidratos fermentables o FODMAP, por sus siglas en inglés) como ocurre en el adulto".
"Está comprobado científicamente que en el SII hay una alteración de la microbiota intestinal (que se denomina disbiosis) que se puede regular con una dieta equilibrada y el empleo de probióticos y prebióticos", resume el pediatra. Concretamente, "uno de los que tiene mayor evidencia científica es la cepa 35624 de Bifidobacterium longum que, en diversos estudios, se ha comprobado que ha reducido los síntomas del síndrome mejorando la calidad de vida del niño y sus padres".