Comer habitualmente fuera de casa, la falta de tiempo o el deseo de perder rápidamente esos kilos de más que suelen ganarse durante el verano pueden desembocar en una incorrecta alimentación, con el consiguiente peligro para la salud que eso conlleva.
De hecho, solo un 61% de los españoles consideran que su dieta es buena, mientras que casi el 10% cree que es pobre (8%) o incluso muy pobre (1%), según los datos del III Estudio Internacional Bupa-Sanitas Health Pulse, de 2012.
Según explica Patricia Escribano, nutricionista del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, los pilares básicos de la nutrición sana incluyen: realizar cinco comidas al día, masticar despacio, mantener una correcta hidratación y practicar ejercicio.
El tiempo que se dedica a comer también es importante. "Debemos disponer de al menos 30 minutos para comer. Si comemos de forma rápida no llegará la señal de saciedad al estómago, con lo que probablemente comeremos más cantidad de la que necesitamos", aclara la Dra. Clara Esteban, directora médica del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas.
No debe faltar en las comidas alimentos como los hidratos de carbono, las proteínas, verduras, frutas o lácteos mientras que el consumo de grasas, dulces, embutidos y carnes rojas debe moderarse. Según destaca la Dra. Esteban, "es aconsejable evitar las salsas en las comidas, pudiendo acompañar los alimentos con aderezos a base de aceite de oliva, vinagretas, salsa de soja o de yogur desnatado rebajado con zumo de limón."
Por otro lado, la bebida más aconsejable para acompañar a las comidas principales es el agua. Las nutricionistas del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas reconocen que en ciertos casos, una copa de vino o una cerveza, puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. Asimismo, los refrescos deben consumirse de forma ocasional, ya que contienen un exceso de azúcares simples que pueden generan gases y pueden afectar a la absorción de calcio.
Para finalizar la comida es aconsejable optar por la fruta, que aporta fibra, vitaminas y minerales; o un lácteo, que aporta calcio y proteínas, y solo de forma ocasional, algún tipo de dulce como tartas o chocolates. Hay personas que optan por tomar un café, sin embargo su consumo debe ser moderado, por lo que si durante el día se ha ingerido en exceso es mejor optar por algún tipo de infusión.