El 3,3% de los adultos llevan carillas dentales como solución estética según los datos del Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2017. Las carillas son una fina lámina que se adhiere a la parte externa del diente ocultando posibles manchas, rellenando huecos interdentales y restaurando dientes dañados
Nueve características de las carillas que no sabías
- Corrigen defectos. Las carillas se pueden utilizar para que desaparezcan las manchas de los dientes, para tapar espacios interdentales, para agrandar un diente pequeño y unificar formas o bien para arreglar dientes erosionados o fracturados.
- Tratamiento rápido, en pocas sesiones se obtienen beneficios. Las carillas de composite se pueden colocar en una sesión y las de porcelana en dos o tres.
- Aspecto natural. La variedad de colores que ofrecen los materiales de los que están realizadas las carillas permiten conseguir un color prácticamente idéntico a los dientes originales
- Son duraderas. Las carillas pueden permanecer mucho tiempo adheridas al diente si se cuidan. Aproximadamente 20 años las de porcelana y entre cinco y siete las de composite.
- Pueden retirarse o restaurarse. Si las carillas dentales se estropean o erosionan pueden restaurarse (composite) o bien retirarse y colocar unas nuevas (porcelana).
- Los dientes no se dañan. Las carillas se pegan a los dientes mediante una resina que no daña el esmalte. En el caso de las carillas de porcelana los avances permiten que solo se raspe mínimamente la capa del esmalte para poder pegar las carillas.
- No duelen. Colocar una carilla dental no es un tratamiento doloroso. En algún caso puede producir una pequeña molestia, en cuyo caso se administrará anestesia local para que el proceso sea más tranquilo.
- Precios para todos los bolsillos. En el mercado existe una amplia variedad de precios, las carillas de composite son más asequibles, las de porcelana tienen un coste un poco más elevado (también su duración es mayor).
- Mejoran la autoestima. Corregir los defectos dentales nos permite sonreír o hablar sin sentirnos incómodos. Trasmitimos tranquilidad y confianza.
Existen dos tipos de carillas dentales en función del material en el que están construidas, las de composite, que se elaboran con una resina sintética similar a la que se usa para realizar empastes, indistinguible a simple vista de un diente natural; y las de porcelana, que se realizan con cerámica. "Las primeras se recomiendan para pacientes que requieren modificaciones leves en sus dientes, ya sea para corregir pequeñas alteraciones de forma, de color o de tamaño (se requerirá un ligero pulido de las piezas dentales). Mientras que las segundas se recomiendan si el paciente necesita carillas para varias piezas", explica la odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, Manuela Escorial.
Hay que tener especial cuidado entre los pacientes con bruxismo, "siempre será necesario estudiar el caso de forma global, ya que existe un mayor riesgo de fractura, por lo que la colocación de una férula de descarga será primordial", explica la odontóloga. Asimismo, en pacientes con casos de apiñamiento severo, antes de ponerse carillas deberán tener en cuenta un tratamiento de ortodoncia previo.