Una investigación de la Michigan State University ha mostrado que casi la mitad de los pacientes hospitalizados por trastorno bipolar padecían hipertensión, y cuánto más joven era la persona diagnosticada de bipolaridad más probabilidades tenía de padecer hipertensión.
Según los investigadores, el origen de esta relación podría deberse a que ambas patologías se ven incrementadas por el estrés, que ocasiona la segregación de norepinefrina, una hormona que afecta a la reacción del cerebro ante situaciones de tensión.
El estudio ha sido realizado con 99 pacientes hospitalizados por trastorno bipolar o trastorno maniaco-depresivo y las personas con trastorno bipolar, que padecían hipertensión, mostraban un nivel de trastorno psiquiátrico más grave.
Los científicos señalan que comprender la relación entre el trastorno bipolar y las condiciones cardiometabólicas podría ayudar a crear tratamientos más efectivos contra esta enfermedad psiquiátrica.