Las terapias basadas en células madre de cordón umbilical son un tratamiento eficaz contra determinados tipos de cáncer, al regenerar la formación de la sangre y reconstituir el sistema inmunitario, muy debilitado tras recibir quimioterapia o radioterapia. Así lo muestra la experiencia de varios trasplantes llevados a cabo con sangre conservada en el banco de Secuvita, Vita34.
Secuvita, empresa española de conservación de sangre de cordón umbilical con banco propio en Alemania –Vita 34-, cuenta con varios casos que demuestran la eficacia de esta terapia como opción terapéutica en el tratamiento del cáncer. De los 30 trasplantes con sangre de cordón umbilical conservada en el banco de Secuvita, 8 se han realizado para tratar algún tipo de cáncer.
El primero de los casos que demostró la viabilidad y eficacia de la aplicación de esta técnica como terapia para el cáncer fue el de una paciente de 3 años con leucemia. La conservación de la sangre del cordón umbilical de la niña en Vita 34 permitió que pudiera recibir una dosis elevada de quimioterapia y radioterapia, seguida de un trasplante de células madre de su propio cordón umbilical para recomponer el sistema sanguíneo, muy debilitado por el tratamiento. A los 24 meses del trasplante, la niña estaba libre de células leucémicas, experimentando una remisión completa de la enfermedad que se mantiene 11 años después. Otro de los hallazgos de este caso fue que no se encontraron células cancerígenas en la sangre del cordón umbilical de la paciente, que sin embargo sí se encontraron en su médula ósea.
"La ventaja del trasplante autólogo (mismo donante y receptor) de células madre radica en la disminución del riesgo de rechazo por parte del sistema inmune del paciente, que reconoce las células madre", señala el doctor Pérez de Oteyza, director médico de SECUVITA, hematólogo experto en trasplantes. Además "mientras que en el caso de un trasplante de médula la espera es de tres o cuatros meses, con el cordón el tiempo es lo que tarde el trámite y el transporte: dos o tres semanas", señala el Dr. Pérez de Oteyza.
Otro caso es el trasplante autólogo de sangre de cordón umbilical de una niña de 4 años aquejada de un neuroblastoma en estadio 4, un cáncer del sistema nervioso. Tras un primer diagnóstico médico con mínimas posibilidades de supervivencia por la agresividad del tratamiento de quimioterapia y radioterapia, se optó por realizar un trasplante de células madre de su propio cordón umbilical -conservadas en Vita 34-, sin riesgo de rechazo, para reconstruir su sistema inmune. Tras el trasplante, las células madre migraron hasta la médula ósea, donde se multiplicaron y empezaron a generar glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, iniciando la regeneración de su sistema sanguíneo.
"En el futuro, podrá abordarse el tratamiento de muchas enfermedades con las propias células del individuo". Sin embargo, matiza el director general de SECUVITA, "Las terapias avanzadas son un traje a medida y el médico se enfrenta a un vacío legal, cuando no a una legislación sanitaria compleja y hasta contraria". "Deberíamos centrarnos en cómo hacer que avance la terapia celular. Se requieren medios, legislación adaptada a la terapia celular y resultados contrastados y validados. La oportunidad es real, la necesidad de tratamiento para muchos pacientes también" afirma Santiago Luengo, director general de SECUVITA.